«Tú eres mi Hijo querido, en quien tengo puesta mi complacencia”
Verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre
Él viene después de mí, y yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia
Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros
Estas obras que yo realizo atestiguan que mi Padre me ha enviado.
Les aseguro que los publicanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al Reino de Dios
Yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el camino.
El Señor le había mostrado su gran misericordia y se alegraron de ella