Benedicto XVI comienza el día a las 7 de la mañana con la Misa
Según el padre Lombardi, el día viernes, «durmió muy bien». Como Papa emérito para Benedicto XVI comienza el día a las 7 de la mañana con la Misa y después el desayuno.
En Castel Gandolfo, el Papa Emérito Benedicto XVI cuenta con gran parte de sus documentos y de su biblioteca. Lo indicó el portavoz de la Santa Sede en la tradicional reunión con los periodistas.
Lombardi también indicó que ha hablado por teléfono con don Georg, que se encuentra con el Papa Emérito en Castel Gandolfo: «La jornada la pasará en oración y reflexión, y verá los mensajes que ha recibido. Por la tarde, puede hacer su acostumbrado paseo en los jardines para decir el Rosario».
Entre tanto, en el Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano han “sigilado” todo. En Castel Gandolfo, el Papa emérito Benedicto XVI «se aloja en los aposentos de siempre y no creo que se haya previsto ningún tipo de sigilio», concluyó el jesuita.
Con respecto a la fecha inicial del Cónclave, Lombardi indicó que no hay que esperarse para hoy lunes la decisión de la fecha para que comience el Cónclave. Las congregaciones de los cardenales, normalmente no deciden la fecha del Cónclave el primer día.
La oración
En vista del Cónclave que elegirá al sucesor de Benedicto XVI, en una carta enviada a los sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas y a los fieles romanos, el cardenal vicario general de la diócesis de Roma, Agostino Vallini invitó a la «comunidad diocesana y a cada fiel a elevar al Señor particulares oraciones, para que el Espíritu Santo ilumine a los Cardenales electores», pues tienen la importante tarea de la elección del nuevo Papa.
Al rezar el último ángelus de su Pontificado, ante la presencia de más de cien mil fieles y peregrinos, Benedicto XVI explicó, que se retira a orar por la Iglesia, para seguir sirviéndola con el mismo amor con que lo ha hecho hasta ahora, pero de una manera más adecuada a su edad y a sus fuerzas.
El Santo Padre recordó que orar no significa aislarse del mundo y de sus contradicciones, como hubiera querido hacer Pedro en el monte Tabor durante la Transfiguración del Señor. Sino que la oración conduce a la acción”, a la vez que confesó:
Queridos hermanos y hermanas, esta Palabra de Dios la siento de modo particular dirigida a mí, en este momento de mi vida. El Señor me llama a “subir al monte”, a dedicarme aún más a la oración y a la meditación. Pero esto no significa abandonar a la Iglesia, es más, si Dios me pide esto es precisamente para que yo pueda seguir sirviéndola con la misma entrega y el mismo amor con que lo he hecho hasta ahora, pero de modo más apto a mi edad y a mis fuerzas. Invoquemos la intercesión de la Virgen María, que ella nos ayude a todos a seguir siempre al Señor Jesús, en la oración y en la caridad activa.