La fecundidad del ministerio sacerdotal
(Agencia Fides) – El Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el Cardenal Fernando Filoni, al encontrar el 24 de julio a los sacerdotes de la República Centroafricana en el Centro Jean XXIII, de Bangui, ha recordado la Exhortación Apostólica post-sinodal “Africae Munus”: “Como subraya el Papa Benedicto XVI, vosotros tenéis, como estrechos y necesarios colaboradores del Obispo, la responsabilidad de continuar la obra de evangelización. Esta es vuestra misión sacerdotal principal que la Iglesia espera de vosotros. Para cumplir lo mejor posible esta misión, es indispensable profundizar especialmente en vuestra vida de oración, en vuestra vida interior. La fecundidad de vuestro ministerio sacerdotal y la eficacia de vuestra acción pastoral dependen esencialmente da vuestra comunión con Cristo”.
El Prefecto de la Congregación Misionera ha subrayado el deber de cada sacerdote de continuar su formación permanente, que es tanto espiritual como intelectual: “adquirid familiaridad con las Escrituras, con la Palabra de Dios que meditáis todos los días y explicáis a los fieles. Profundizad en el conocimiento del Catecismo, de los documentos del Magisterio y de la Doctrina Social de la Iglesia. De este modo podréis, a la vez, formar a los miembros de la comunidad cristiana de los cuales sois los primeros responsables, para que puedan llegar a ser verdaderos discípulos y testigos de Cristo”.
Los laicos también necesitan una formación espiritual e intelectual adecuada para participar activamente en la misión de la Iglesia, y corresponde precisamente a sus pastores, sus sacerdotes, ofrecérsela. Por eso el Cardenal ha instado a que “es apropiado promover sesiones bíblicas, conferencias-debates sobre los grandes temas de la fe, momentos de catequesis para los jóvenes. Formad a los fieles para que puedan responder mejor a las cuestiones planteadas en varios ámbitos, especialmente en relación con las sectas que constituyen un desafío pastoral. También debéis invertir un gran esfuerzo en la formación y el acompañamiento de los responsables de la sociedad. Desarrollad el apoyo a las familias, especialmente mediante el fomento de su educación cristiana. Ayudad a las familias a desempeñar plenamente su papel como ‘células básicas de la Iglesia y de la sociedad’”.
Después de instar a los sacerdotes a no olvidar que el mejor testimonio que pueden dar es “su fraternidad y su vida de comunión”, en obediencia a su Obispo, en la humildad y el amor filial, el Prefecto de la Congregación Misionera ha subrayado que este mismo testimonio debe ser dado por la Iglesia local a la sociedad centroafricana.
Luego ha concluido agradeciendo a los sacerdotes que dedican toda su energía para extender el Reino de Dios en la tierra centroafricana, alentándoles a la esperanza, a pesar de las situaciones y los acontecimientos difíciles que tienen que fomentar en ellos “la llama y el celo misionero de anunciar con valentía el Evangelio, fuente de liberación y salvación”.