La diferencia entre ser pecador y ser corrupto
Papa Francisco recuerda lo que decía San Juan de los corruptos en la Iglesia: «Son el Anticristo»
El Papa Francisco trató el tema de la diferencia entre ser pecador y ser corrupto en su homilía del lunes 3 de junio del 2013, en la misa de la Casa Santa Marta.
El Papa Francisco subrayó que los corruptos hacen mucho daño a la Iglesia porque son adoradores de sí mismos. La alternativa es ser santo: ellos hacen mucho bien, son la luz en la Iglesia.
En la misa, concelebrada con el cardenal Angelo Amato, participó un grupo de presbíteros y colaboradores de la Congregación para las Causas de los Santos y un grupo de Caballeros de Su Santidad.
¿Qué pasa cuando queremos llegar a ser los dueños de la viña? El santo padre ha desarrollado su homilía desde el evangelio de hoy, que habla de la parábola de los viñadores malvados, y se ha detenido en «tres modelos de cristianos en la Iglesia: los pecadores, los corruptos y los santos».
De pecador a corrupto
Explicó que de los pecadores no se necesita hablar mucho, porque todos lo somos». Nos conocemos «desde dentro y sabemos lo que es un pecador. Y si uno de nosotros no se siente así, vaya a una visita al médico espiritual», porque «algo está mal».
La parábola, sin embargo, nos habla de otra figura, de los que quieren «tomar posesión de la viña y han perdido la relación con el Dueño de la viña». Un Dueño que «nos ha llamado con amor, nos protege, pero luego nos da la libertad».
Estas personas «sienten que son fuertes, se sienten autónomos ante Dios»: «Éstos, lentamente, se mueven en esa autonomía, la autonomía en su relación con Dios: «No necesitamos de aquel Dueño. ¡Que no venga a molestarnos! Y seguimos adelante con esto. ¡Estos son los corruptos! Los que eran pecadores como todos nosotros, pero que han dado un paso hacia adelante, como si se hubieran consolidado en su pecado: ¡no necesitan a Dios! Esto parece, porque en su código genético tienen esta relación con Dios. Y como aquello no se puede negar, hacen un dios especial: ellos mismos son dios. Son corruptos».