Evangelio Diario y Meditación

Evangelio Diario y Meditación

3 de julio de 2017 Desactivado Por Regnumdei

El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí

Evangelio Diario y Meditación

+Santo Evangelio

Evangelio según San Mateo 10,34-42.11,1. 

Jesús dijo a sus apóstoles: 

«No piensen que he venido a traer la paz sobre la tierra. No vine a traer la paz, sino la espada. 

Porque he venido a enfrentar al hijo con su padre, a la hija con su madre y a la nuera con su suegra; y así, el hombre tendrá como enemigos a los de su propia casa. 

El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. 

El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí. 

El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará. 

El que los recibe a ustedes, me recibe a mí; y el que me recibe, recibe a aquel que me envió. 

El que recibe a un profeta por ser profeta, tendrá la recompensa de un profeta; y el que recibe a un justo por ser justo, tendrá la recompensa de un justo. 

Les aseguro que cualquiera que dé de beber, aunque sólo sea un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños por ser mi discípulo, no quedará sin recompensa». 

Cuando Jesús terminó de dar estas instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí, para enseñar y predicar en las ciudades de la región. 

+Meditación:

San Agustín

«He venido a separar al hombre de su padre», significa aquel que renuncia al diablo, de quien él era hijo: «Y el hijo de su madre», es decir, al pueblo de Dios de la ciudad mundana, esto es, de la perniciosa sociedad humana, significada en la Escritura, ya por Babilonia, ya por el Egipto, ya por Sodoma y ya por una multitud de otras denominaciones. «A la nuera de su suegra», es decir, a la Iglesia de la Sinagoga, que produjo, según la carne, a Cristo, Esposo de la Iglesia. Y son ellos divididos por la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios: «Y los enemigos del hombre son sus domésticos», con quienes, por costumbre, antes había estado unido.

+Comunión Espiritual:

De Santa Margarita María Alacoque

  “Padre eterno, permitid  que os  ofrezca el Corazón de Jesucristo,  vuestro  Hijo muy  amado, como se ofrece Él mismo, a Vos  en sacrificio. Recibid  esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos  y actos de este Sagrado Corazón. Todos son  míos, pues Él se inmola por mí,  y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por  sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia  final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra  Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado.” Amén.