El iPad y los libros sagrados
El uso creciente de dispositivos móviles y su uso durante la misa u otros oficios litúrgicos relevantes ha llevado a los obispos de la Conferencia Episcopal de Nueva Zelanda a dictar una medida disciplinar: los iPad, e-readers y smartphones no están permitidos como sustitutos del Misal Romano.
Esa disposición disciplinar es la primera a nivel Iglesia católica y abarca a todos los sacerdotes neozelandeses. ¿Qué está detrás de la medida? El blog «Evangelidigitalización» publicaba el 5 de agosto de 2012 una traducción de un artículo del padre Antonio Spadaro aparecido originalmente en la revista mensual italiana «Jesus» («Come cambia il concetto di Libro sacro al tempo dell’iPad”», julio de 2012). En esa publicación el sacerdote jesuita evidenciaba cómo los obispos neozelandeses identificaron los libros sagrados, como el Misal Romano, con «iconos» sagrados, para poder tomar esa decisión.
En la tradición cristiana oriental los iconos suponen no sólo un elemento de acceso a la contemplación de las cosas divinas sino también un soporte que trata de evidenciar la eternidad, y en ese sentido lo sagrado, contra lo efímero de las cosas que pasan. Los libros actuales supondrían un soporte duradero en contra de lo fluido y pasajero de las «páginas» de los dispositivos móviles que, conforme muestran el time line de Facebook o Twitter, y otras muestran algo tan sagrado como las palabras de la consagración.
¿Habrá uniformidad posteriormente de modo que en todas las Conferencias Episcopales se proceda igualmente? Quizá sea el momento para que la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos intervenga y dicte normas comunes para todas las diócesis del mundo. Una solución podría ser reservar el uso de tabletas exclusivamente como devocionario y no como Manual, ritual o diectorio para las celebraciones litúrgicas, aunque será otra la instancia que decidirá definitivamente.