Evangelio Diario y Meditación
3 de julio de 2016No lleven dinero, ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino
No lleven dinero, ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino
‘Jamás los conocí; apártense de mí, ustedes, los que hacen el mal’
Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos
A quien poco se le perdona, es porque demuestra poco amor
Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios.
Alégrense conmigo, porque encontré la oveja que se me había perdido
Pero si no perdonan, tampoco el Padre que está en el cielo los perdonará a ustedes
«¿Qué quieres que te haga?». El ciego le dijo: «Rabbuní, ¡que vea!»
El que quiera ser el primero, que se haga servidor de todos