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Por Beatriz Ozores Rey, licenciada en Ciencias Religiosas
Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, aunque resucite alguno de entre los muertos, tampoco se convencerán
Cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los paralíticos, a los ciegos.
He venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo
Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo…
Nunca seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen su voz
El que cree en mí, en realidad no cree en mí, sino en aquel que me envió