«Intervienen» Conferencia de Líderes Religiosas USA

21 de abril de 2012 Desactivado Por Regnumdei
La situación de las religiosas en Estados Unidos es alarmante. Un descenso brutal de vocaciones y de la «calidad de vida religiosa» que ha llevado a una reducción del 23% en 5 años. Consecuencia directa de la falta de fidelidad al carisma fundacional, vida muelle, el disenso como manera de ser, una ideología feministoide fruto la mayoría de las veces de lecturas mal digeridas.
Hace cuatro años la Santa Sede tomó cartas en el asunto con dos iniciativas en paralelo:
Una « Visita Apostólica» a todas las religiosas no contemplativas de Estados Unidos. La Visita, a pesar de las trabas de una gran parte de las disidentes, se encuentra en la fase final. El documento de conclusiones está en Roma pendiente de los últimos retoques.
Una «evaluación doctrinal» por parte de la Congregación de la Doctrina de la Fe (CDF) de las asambleas y las organizaciones anejas a la LCWR – Leadership Conference of Women Religious–, algo así como la CONFER de mujeres.
En 2008, en Roma, el Cardenal Levada comunicó a las representantes de la LCWR el inicio de la investigación:
«La actual situación doctrinal y pastoral de la LCWR es grave y es motivo de grave preocupación»
La evaluación se centró en tres aspectos:
los discursos en las Asambleas, con propuestas tan pintorescas como «ir más allá de la Iglesia» e incluso «más allá de Jesús», posiciones que constituyen «un rechazo de la fe» y son «fuente grave de escándalo».
las manifestaciones disenso corporativo, como si fueran un lobby, en especial en temas como la ordenación de mujeres o la homosexualidad
el feminismo radical y distorsionador de la fe católica, de la enseñanza de la Iglesia sobre la divinidad de Cristo, la Santísima Trinidad, la Eucaristía y la inspiración de la Sagrada Escritura, y que es manifestado frecuentemente en algunos programas y presentaciones patrocinadas por la LCWR.
La CDF con la misma fuerza con que alaba la fidelidad a la Doctrina Social de la Iglesia en la labor desarrollada por la LCWR en el campo de la justicia social, les reprocha el atronador silencio en los temas que atañen a la vida –aborto y eutanasia— y recrimina que la vida sexual y familiar a la luz de Evangelio no forme parte de la vida y las enseñanzas de las religiosas.
No se debe dejar de recordar que este relajamiento doctrinal y espiritual, ha sido también el contexto de diversos escándalos donde abusos y conductas, no compatibles con la vida consagrada y la moralidad cristiana,  no han tenido la reacción adecuada para ser combatidos y extirpados de la vida eclesial. 
El resultado de la evaluación ha sido la publicación por parte de la CDF de un demoledor informe de ocho páginas que recoge las principales inquietudes y las actuaciones a seguir.
Para ello dispone:
Nombramiento del Arzobispo de Seattle, Mons. Sartain, como Delegado Apostólico para llevar a cabo una reforma general de la Conferencia; misión para la que contará con la ayuda de los obispos Blair y Paprocki.
El mandato durará cinco años, en los que Sartain deberá revisar los estatutos junto con las responsables de la LCWR, para «garantizar una mayor claridad sobre el alcance de la misión y las responsabilidades». Los nuevo estatutos serán aprobados por la Santa Sede. Del mismo modo se revisarán los vínculos con las organizaciones afiliadas, y nombra específicamente a«Network» y «Resource Center for Religious Life».
Los portavoces, programas y líneas generales de las Asambleas Generales y las publicaciones estarán sujetos a la aprobación del arzobispo, que también trabajará para crear nuevos programas de formación con la finalidad de «proporcionar una comprensión más profunda de la enseñanza de la Iglesia». Los actuales manuales de formación serán retirados a la espera de reformarlos.
Sartain tendrá del mismo modo que «revisar y ofrecer orientación» en la aplicación de las normas y textos litúrgicos, asegurando, por ejemplo, que la Eucaristía y la Liturgia de las Horas tengan la debida prioridad en los eventos de la LCWR.
Ojalá surtan efecto las medidas. Yo veo difícil reconducir la situación.
Supongo que la biología dará la puntilla. La LCWR reúne al 90% menguante de las religiosas de Institutos de Vida Consagrada y Sociedades Apostólicas de USA. En 1992, viendo la deriva, algunas «órdenes» se separaron para formar su propia confederación, el «Council of Major Superiors of Women Religious» (CMSWR), hoy esas órdenes, fieles al Evangelio, a la Iglesia y su carisma son el destino de las jóvenes vocaciones, mientras que la LCWR muestra un 91% de religiosas mayores de 60 años.