Sirve a todos de tal modo que te avergüence dominar
En el trato y en la conversación con los demás, sigue siempre el viejo proverbio: “no hagas a nadie lo que no quieras te hagan a ti”. Aleja de ti toda ira, o trata de controlarla, cuando corrijas las faltas de los demás. Sirve a todos de tal modo que te avergüence dominar, y domina de modo que te agrade servir.
Consejos de San Agustín de Hipona a la juventud del Siglo IV
–Si te dedicas al estudio, debes mantenerte limpio de cuerpo y de espíritu; alimentarte de comida sana, vestirte con sencillez y no consumir superfluamente
– A la sobriedad en las costumbres le debe corresponder la moderación en las actitudes, la tolerancia en el trato, la honradez en el comportamiento y la exigencia para contigo mismo.
– Ten siempre presente que la obsesión por el dinero es veneno que mata toda esperanza.
– No actúes con debilidad, ni tampoco con audacia.
– Aleja de ti toda ira, o trata de controlarla, cuando corrijas las faltas de los demás.
– Sé el centinela de ti mismo: vigila tus sentimientos y tus deseos para que no te traicionen.
– Reconoce tus defectos y procura corregirlos.
– No seas excesivo en el castigo, ni tacaño en el perdón.
– Sé tolerante con los que tienden a mejorar, y precavido con los que tienden a empeorar.
– Ten como a miembros de de la familia a los que están bajo tu potestad.
– Sirve a todos de tal modo que te avergüence dominar, y domina de modo que te agrade servir.
– No insistas ni molestes a los que no quieren corregirse.
– Evita cuidadosamente las enemistades, sopórtalas alegremente, termínalas inmediatamente.
– En el trato y en la conversación con los demás, sigue siempre el viejo proverbio: “no hagas a nadie lo que no quieras te hagan a ti”.
– No busques puestos de mando, si no estás dispuesto a servir.
– Procura progresar siempre, no importa la edad y las circunstancias en las que te encuentres.
– Durante toda tu vida, en todo tiempo y lugar, ten amigos de verdad, o búscalos.
– Da honor a quien se lo merece, aunque el no lo desee.
– Aléjate de los soberbios; esfuérzate tú por no serlo.
– Vive con dignidad y en armonía con todo y con todos.
– Busca a Dios; que su conocimiento llene toda tu existencia, y su amor colme tu corazón
– Desea la tranquilidad y el orden para desarrollar tu estudio y el de tus compañeros.
– Pide para ti y para todos, una mente sana, un espíritu sosegado y una vida llena de paz
(Adaptación de “De Ordine”,II,8,25)