Santa Sede ante la ONU: «Comercio de armas»
(VIS).-El arzobispo Celestino Migliore, observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, intervino en la Segunda Reunión Bienal de los Estados para analizar la puesta en práctica del Programa de Acción para prevenir, combatir y erradicar el comercio ilícito de armas pequeñas y ligeras en todos sus aspectos. «El comercio ilícito de armas pequeñas y ligeras es una amenaza obvia a la paz, el desarrollo y la seguridad -dijo el arzobispo-. Por eso la Santa Sede une su voz a los llamamientos en favor de un enfoque común que abarque no solo el tráfico ilícito de armas pequeñas sino todos los aspectos relativos. (…) Además, al mismo tiempo que analizamos la oferta ilícita de armas, tenemos que tener en cuenta las dinámicas de la demanda de armas». El prelado subrayó también la importancia que la Santa Sede atribuye a las necesidades especiales de los niños afectados por los conflictos armados, descritas en el Plan de Acción. «Hay que pensar en programas de desarme, desmovilización y reintegración para los niños, incluirlos en los procesos de construcción y mantenimiento de la paz y en los programas de desarrollo, realizados a través de las comunidades de base». Recordando que la reunión actual brindaba la oportunidad para apurar si el Plan de Acción, aprobado en 2001, era todavía «la piedra angular del nuevo marco legal internacional para el control de armas pequeñas y ligeras», el nuncio afirmó: «La comunidad internacional debería plantear con seriedad un debate encaminado a la creación de un tratado sobre el comercio de armas basado en los principios del derecho internacional concerniente a los derechos humanos y al derecho humanitario. Un instrumento de ese tipo contribuiría a la erradicación del comercio ilícito de armas y recalcaría, al mismo tiempo, la responsabilidad de los Estados en la puesta en práctica del Plan de Acción del que hoy discutimos».