San Bernardo: Lugares del alma

San Bernardo: Lugares del alma

18 de agosto de 2024 Desactivado Por Regnumdei

El alma racional gobierna sobre el cuerpo y descansa en Dios. El alma debe realizar tres funciones en el cuerpo: darle vida, hacerlo sensible y regirlo.


Nunca debe ofrecer nuestro cuerpo como instrumento para la injusticia, aunque el espíritu se encuentre agitado y lleno de tentaciones.  Igualmente debe descansar siempre en Dios con tranquilidad y perseverancia.


1. El alma racional tiene dos lugares: el inferior que ella gobierna, y el superior en el cual descansa. El lugar inferior que gobierna es el cuerpo. Y el superior donde descansa es Dios. A ambos se les puede aplicar lo que dice la Escritura: Si el espíritu que manda se enfurece contra ti, tú no dejes tu puesto. No dejes de regir el inferior, ni de reposar en el superior.

Pero lo que acabo de decir es propio de los incipientes e imperfectos, a los cuales dice el Apóstol: Hablo en términos humanos, por lo flojos que sois: igual que antes cedisteis vuestro cuerpo como esclavo a la inmortalidad y al desorden, para el desorden total, cededlo ahora a la honradez, para vuestra consagración.

El alma debe realizar tres funciones en el cuerpo

 darle vida, hacerlo sensible y regirlo. Si pierde la vida o se perturban sus sentidos, el alma no es condenada. En cambio, si sucumbe víctima de la tentación, eso sí que se le imputa como pecado. Por eso se le advierte que, cuando se subleve contra ella el espíritu, no abandone su puesto; es decir, cuando se acerque la tentación no ofrezca su cuerpo como instrumento para la injusticia.

2. Fijémonos, sin embargo, en la expresión: Si el espíritu que manda se enfurece contra ti. El espíritu malo no puede hacernos nada si no se lo mandan o permiten. En consecuencia, aunque su voluntad siempre es mala, su poder siempre es justo. Pues si la mala voluntad depende de él, la facultad de obrar le viene sólo de Dios. Y esa voluntad se la modera siempre el Señor, para que por la malicia de su voluntad no castigue él por encima de lo que merecen los culpables.

Esto es lo que podemos decir sobre el lugar inferior. El lugar superior podemos entenderlo así: no abandone jamás la paz espiritual que halla en Dios cuando le ataca el diablo; aunque le tiente por todas partes, permanezca firme en Dios, con tranquilidad y perseverancia. Esta interpretación se aplica a los perfectos, que pueden decir con Elías: Vive el Señor, Dios de Israel, en cuya presencia estoy. O aquello del apóstol Juan: Nuestra vida en este mundo es como la suya. Repito que esta interpretación se aplica a los perfectos, los cuales con su vida han comenzado ya a imitar la existencia propia de la eternidad.

 


RESUMEN

 

San Bernardo hace aquí una distinción entre el alma y el espíritu. El alma gobierna todas las funciones del ser humano, mientras que el espíritu nos inclina hacia el bien o hacia el mal. Así nos dice:

El alma racional gobierna sobre el cuerpo y descansa en Dios. El alma debe realizar tres funciones en el cuerpo: darle vida, hacerlo sensible y regirlo. Nunca debe ofrecer nuestro cuerpo como instrumento para la injusticia, aunque el espíritu se encuentre agitado y lleno de tentaciones.  Igualmente debe descansar siempre en Dios con tranquilidad y perseverancia.