Rosario por la Vida. Misterios Dolorosos
Padre, no se haga mi voluntad sino la tuya
TE INVITAMOS A REZAR el Rosario por la Vida todos los días, a las 16:30 horas, antes de la Santa Misa o ante el Santísimo Sacramento.
Misterios Dolorosos
(martes y viernes)
La Oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní
“Padre, no se haga mi voluntad sino la tuya”
Roguemos por las mujeres que se angustian a causa de su embarazo, para que tengan el valor de aceptar su situación.
La Flagelación de Jesús atado a la columna
“Pilato entonces tomó a Jesús y mandó azotarle”
Roguemos por todas las mujeres que sufren debido al trauma del aborto.
La Coronación de Espinas
“Y después de escupirle, cogieron la caña y le golpeaban en la cabeza”
Ofrecemos este misterio en reparación por la muerte de tantos bebés no nacidos y por el daño ocasionado a sus madres.
Jesús Carga con la Cruz
“Y él cargando con su cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario”
Ofrecemos este misterio por os matrimonios que han perdido hijos a una edad temprana o antes de nacer.
La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor
“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu y, dicho esto, expiró”
Roguemos al Padre que perdone a cuantos promueven el aborto y participan en él.
TE INVITAMOS A REZAR el Rosario por la Vida todos los días, con los niños:
Escuchar el Santo Rosario:
Pid
amos la intercesión de la Virgen María para que no se apruebe la ley de aborto en Chile.
Es muy fácil de rezar: en el enunciado de cada misterio debes incluir una pequeña meditación. El resto del rosario se reza como siempre. Después de cada misterio, Un Padre Nuestro, 10 Ave María y un Gloria.
“Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.”
Al mismo tiempo, te alentamos a hacer un día de ayuno semanal. “Porque nada es imposible para Dios” (Lc 1, 37) si oramos y ayunamos por esta intención.
El Rosario es la oración que la Santísima Virgen María, con insistencia, nos ha pedido rezar todos los días para alcanzar nuestra conversión, nuestra salvación y la de toda la humanidad.