«Naturaleza del hombre-relación con el infinito»
Por 33ª vez inició el ‘Rimini Meeting’, un encuentro anual promovido por el Movimiento «Comunión y Liberación». Hasta el día 25 de agosto será abordado el tema de «La naturaleza del hombre es la relación con el infinito». El Santo Padre dirigió un mensaje a los participantes recordando que «Cada cosa, cada relación, toda alegría, así como toda dificultad, encuentra su razón última en el ser una ocasión de relación con el Infinito».
El tema de la relación con el Infinito es tratado en el Meeting en varios aspectos: político, cultural, científico. Entre los temas presentados se encuentran los que dicen respecto a América Latina. Ayer fue abierta una muestra titulada: «Utopías y significado: Dos Banderas de la Independencia de la América Hispánica. 1808-1824» curada por Anibal Fornari, Docente de Antropología Filosófica y Director del Doctorado en Filosofía de la Universidad de Santa Fe.
En su mensaje el Santo Padre afirmó la necesidad que el hombre tiene de Dios para ser plenamente libre. «Decir que ‘la naturaleza del hombre es la relación con el infinito’ significa entonces decir que toda persona fue creada para que pueda entrar en diálogo con Dios, con el Infinito», observó al inicio. Recordando las palabras del «Salmo 63» que habla sobre la sed de Dios, el Papa advirtió contra la búsqueda de Dios «en direcciones equivocadas» que se expresa «en la droga, en una sexualidad vivida de modo desorganizado, en las tecnologías totalizantes (de totalización), en el éxito a cualquier costo, hasta incluso en formas engañadoras de religiosidad. También las cosas buenas – continuó – que Dios creó como caminos que conducen a Él, con frecuencia corren el riesgo de ser absolutizadas y tornarse así ídolos que se substituyen al Creador».
Benedicto XVI reafirmó el hecho que «de ser hechos para el infinito» que significa para el hombre «recorrer un camino de purificación» y «de conversión del corazón y de la mente». Es preciso, continuó, «extirpar todas las falsas promesas de infinito que seducen al hombre y lo vuelven esclavo. Para reencontrar realmente a sí mismo y la propia identidad, para vivir a la altura del propio ser, el hombre debe volver a reconocerse criatura, dependiente de Dios». Porque dependencia de Dios torna «una vida realmente libre y plena», como fue escrito por San Pablo en su «Epístola a los Romanos» en el cual se presenta como «siervo de Cristo Jesús».
En aquel contexto el Papa recordó también las palabras del Siervo de Dios, Mons. Luigi Giussani, fundador de «Comunión y Liberación», invitando a vivir la propia existencia humana «como vocación». «Dios tiene en el corazón nuestra felicidad, nuestra plena realización humana. Pedimos, entonces, entrar y permanecer en la mirada de la fe que caracterizó a los Santos, para poder descubrir las semillas del bien que el Señor esparce a lo largo del camino de nuestra vida y adherir con alegría a nuestra vocación», concluye el Mensaje del Papa.
Los trabajos del día inaugural lanzan una mirada a la situación en África. “El martirio de Nigeria: Tenemos necesidad del milagro de Dios”, ha sido el tema y la introducción al encuentro con Mons. Ignatius Kaigama, Arzobispo de Jos y Presidente de la Conferencia Episcopal de Nigeria, quien afirmó que “cuando las iglesias se queman, se destruyen las propiedades, a los amigos, se asesina a los familiares, estalla una rabia difícil de calmar”.
Como es bien sabido, la secta islamista radical “Boko Haram”, persigue sistemáticamente a los cristianos. Su última ataque tuvo lugar el 11 de marzo de este año, cuando atacaron la Iglesia de San Finbar y mataron a 15 personas. “Cuando llegué al lugar –contó el arzobispo– todo estaba destruido. Los jóvenes estaban llenos de rabia y tristes y me pedían hacer algo. Algunos me acusaban de ser demasiado amigo de los musulmanes y querían empuñar las armas. Me volví y me arrodillé frente a las imágenes sagradas destruidas. De repente los muchachos hicieron silencio. Les dije que volvieran a casa y que no hicieran prevalecer en sus ánimos la rabia y el odio”. “Hemos sido atacados y asesinados pero la esperanza permanece”, añadió.
Actualmente el presidente de Nigeria es cristiano y monseñor Kaikama piensa que los atentados de los fundamentalistas están apoyados por fuerzas políticas que quieren derribar al gobierno y crear confusión. No hay pruebas suficientes de que los Boko Haram estén apoyados por fuerzas de fuera del país. En todo caso –según el arzobispo–, la única solución es la de reforzar el diálogo y la paz.
Monseñor Kaikama explicó que la Iglesia católica dedica mucho tiempo a ayudar a la gente, proporcionando educación, servicios sanitarios, agua potable y mucho más. Para favorecer la paz y la amistad, el arzobispo nigeriano ha compartido comidas con los musulmanes.
El presidente de la Conferencia Episcopal de Nigeria concluyó su intervención subrayando que Jesús murió en la cruz con los brazos abiertos para “abrazar a toda la humanidad”, y pidió oraciones para poner fin a la violencia y garantizar que Nigeria permanezca unida.