REACCIONES POR DOCUMENTO EPISCOPAL ESPAÑOL
España. (padrepat)El Congreso de los Diputados apoyó el pasado mes de junio de «forma inequívoca» el reconocimiento del matrimonio civil para las parejas homosexuales y el PSOE presentó una proposición no de Ley por la que se solicitaba al Gobierno un proyecto de modificación del Código Civil para dar cabida a los matrimonios entre personas del mismo sexo.Los obispos españoles manifestaron ayer que el reconocimiento jurídico de las uniones homosexuales y su equiparación con el matrimonio constituirían un «error y una injusticia de muy negativas consecuencias». El portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan Antonio Martínez Camino, también expresó su esperanza de que el futuro proyecto de ley sobre matrimonios homosexuales no llegue a aprobarse. En nota de prensa difundida hoy, la Federación Andaluza COLEGAS de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales consideró que, ante la «ofensiva directa» del Episcopado Español contra el matrimonio gay, el Estado debe dejar de amparar a entidades, instituciones o personas «cuyo único objetivo es inculcar la homofobia y agredir con la palabra a personas que aspiran únicamente a ser protegidas contra la discriminación y la injusticia». Lo paradójico de este planteamiento, es que en nada se responde a los argumentos presentados por la C.E.E., y se reducen las acciones a los típicos slogans emotivos, sin fundamentos, y en la campaña agresiva que el gobierno socialista a impulsado en los diversos ambitos sociales, contra la Iglesia, en temas de educación, familia, libertad de expresión y vida eclesial. Actitud que es organizada internacionalmente y que vincula ideológicamente a sus impulsores. Son evidentes las graves secuelas que deja en la familia humana, una antropología que desconoce el orden natural, y las fisuras que ha cuasado en aquellos ambientes eclesiásticos que se han dejado arrastrar por aguas contaminadas, casos que lamentablemente se han conocido recientemente a través de los medios. Pero es contradictoria la lapidaria sentencia que pretenden, contra miembros de la Iglesia por conductas del caracter ya mencionado, y la apología que hacen de las leyes que pretenden consagrar como legítimas dichas conductas. La Iglesia extiende la mano de auxilio contra aquellos que padecen un mal, pero combate el mal con las herramientas que se le han concedido. Es la misma Iglesia la que debe socorrer al prójimo herido , que los ladrones de la corrupción moral, y las conductas contra natura dejan despojado en el camino. Bastaría investigar sobre los esfuerzos que se hacen, para asistir al enfermo de sida, al fustrado suicida, a la traumatizada madre abortista, al drogadicto o alcohólico. Por eso, nada más intolerante, antireligioso o antidemocrático, que las violentas reacciones ante cada declaración que hace la Iglesia. Es necesario disponerse a revivir el mismo escenario en los diversos paises, donde se impulsan estos proyectos, patrocinados por macro-organizaciones y conocidas posturas ideológicas-políticas, que pretenden suplantar el orden natural y al mismo Dios y proponerse como parámetro ético y fundamnetar la verdad y el bien en entusiasmos masivos, modas o inclinaciones viciosas colectivas. Le invito a leer el Documento del Episcopado Español en nuestra area de «Contenidos».