»Que se apaguen tantos focos de tensión» Juan Pablo II
Roma.- En un breve mensaje de Navidad, durante la bendición «urbi et orbe», el Santo Padre centro su atención en los problemas que vive el mundo en la actualidad. Hizo hincapié en que «el mundo necesita paz» y dijo a los hombres «llegad para encontraros con Aquel que viene para enseñarnos el camino de la verdad, de la paz y del amor». Además, subrayó la necesidad de que Cristo habite entre los hombres. «Ante el pesebre donde yace indefenso Jesús: Que cesen tantas formas de creciente violencia, causa de indecibles sufrimientos; que se apaguen tantos focos de tensión que corren el riesgo de degenerar en conflictos abiertos, que se consolide la voluntad de buscar soluciones pacíficas, respetuosas de las legítimas aspiraciones de los hombres y de los pueblos», imploró el Papa. «Pienso en Africa, en la tragedia de Dafur en Sudán, en Costa de Marfil y en la región de los Grandes Lagos. Con gran aprensión sigo los acontecimiento de Irak», afirmó el jerarca de la Iglesia Católica. «Y ¿cómo no mirar con ansia compartida, pero también con inquebrantable confianza, a la tierra de la que tú eres hijo?», preguntó el Papa al recordar el conflicto en Medio Oriente. Juan Pablo II inició su discurso con las palabras en latín: «¡Christus natus est nobis, venite, adoremus! ¡Cristo ha nacido por nosotros, venid, a adorarlo!». «Vamos hacia ti, en este día solemne, dulce Niño de Belén, que al nacer has escondido tu divinidad para compartir nuestra frágil naturaleza humana», rezó el Papa. «Iluminados por la fe, te reconocemos como verdadero Dios encarnado por amor nuestro. ¡Tú eres el único Redentor del hombre!», dijo Juan Pablo II al agregar que «por doquier se ve la necesidad de paz». «Tú, que eres el príncipe de la verdadera paz, ayúdanos a comprender que la única vía para construirla es huir horrorizados del mal y buscar siempre y con valentía el bien», declaró Karol Wojtyla. En su mensaje el Papa exhortó a los «hombres de buena voluntad de todos los pueblos de la tierra» a «venid con confianza al pesebre del Salvador». «No quita los reinos humanos quien da el Reino de los cielos. Llegad para encontraros con aquél que viene para enseñarnos el camino de la verdad, de la paz y del amor», señaló