Preludio de la Resurrección
«El Domingo de Ramos y de la Pasión del Señor aúna el triunfo de Cristo – aclamado como Mesías por los habitantes de Jerusalén y en este día, en el rito de la procesión de ramos, por los cristianos – con el anuncio de la Pasión y con la proclamación en forma de canto de la narración evangélica en la Misa», escribe Mons. Guido Marini, explicando que «los ramos de olivo y de palma son el signo de la participación gozosa en el rito procesional, expresión de la fe de la Iglesia en Cristo, Mesías y Señor que va hacia la muerte por la salvación de todos los hombres».
Es también la Jornada Mundial de la Juventud, en la que los jóvenes de la Diócesis de Roma se unen a su Obispo, el Papa, recuerda Mons. Marini. Por este motivo, en esta circunstancia concelebran con el Santo Padre: el Card. Vallini y Mons. Paolo Schiavon – en representación del Vicariato de Roma -, el Card. Rylko y Mons. Clemens – en representación del Pontificio Consejo para los Laicos -; el Cardenal Antonio María Rouco Varela, Arzobispo de Madrid, y el obispo auxiliar, Mons. César Franco – en representación de la Diócesis de la capital española -; así como Mons. Morani Joao Tempesta, Arzobispo de Río de Janeiro – sede de la próxima JMJ 2013 – y dos obispos auxiliares de la misma.
Los Cardenales diáconos que asisten al Santo Padre son Manuel Monteiro de Castro y Antonio María Veglió. Además de la Capilla Sixtina está presente el coro de la Diócesis de Roma, dirigido por Mons. Marco Frisina. El adorno de los olivos ha sido ofrecido por la región italiana de Pulla; también de Italia son los tradicionales ‘palmurelli’ – es decir las palmas trenzadas, que llegan de San Remo; los ramos de olivo son ofrecidos por las Villas Pontificias de Castel Gandolfo y el Camino Neo Catecumenal ofrece las palmas utilizadas en la procesión.