Nota de la Santa Sede para Río + 20

16 de junio de 2012 Desactivado Por Regnumdei
La nota de la Santa Sede publicada por “L’Osservatore Romano”, en vista de la conferencia de la Onu sobre el desarrollo sostenible, Río + 20
 
Fue publicado en las páginas de “L’Osservatore Romano” el “position paper” que preparó la Santa Sede para presentarlo en la conferencia de la Onu sobre el desarrollo sostenible, conocida como Río + 20 porque se llevará a cabo en la ciudad brasileña a exactamente 20 años de distancia del primer encuentro sobre el tema en 1992.
 
El Vaticano, más que proponer soluciones técnicas, se concentra sobre la necesaria «orientación ética» de cualquier iniciativa, porque ( y es uno de los “leitmotiv” del documento) no se puede reducir a «problema técnico lo que afecta la dignidad del hombre y de los pueblos». La solución del problema del desarrollo sostenible (un concepto basado en los fundamentos del crecimiento económico, de la protección del ambiente y de la promoción del bienestar social) no se puede separar de «nuestra comprensión del ser humano».
 
De hecho, subraya el documento vaticano, el ser humano «viene primero»: «La persona humana, a la que se le confió la buena gestión de la naturaleza, no puede ser dominada por la técnica y convertirse en el objeto». Esto significa rechazar una óptica «reduccionista e ineficaz de carácter neo-malthusiano, que considera al ser humano como un obstáculo para el desarrollo sostenible»; pero no quiere decir que el hombre puede ignorar la protección del medio ambiente.
Justamente la consciencia de la importancia de la persona humana quiere decir que hay una alianzaentre el hombre y el ambiente, que debe llevar a los estados a «reflexionar sobre el futuro a corto y mediano plazo del planeta, insistiendo sobre las responsabilidades en relación con la vida de cada persona, así como con las tecnologías útiles para mejorar la cualidad».
 
Al mismo tiempo, la Santa Sede quere reafirmar con fuerza la supremacía del ser humano por sobre la técnica. Si es cierto que «la técnica imprime a la globalización un ritmo particularmente acelerado», al mismo tiempo, justamente el hecho de que «la tecnología corra más rápido que el resto hace que, a menudo, las sedimentaciones de los porqués sean sistemáticamente arrolladas por la urgencia de los cómos, por lo que no tienen tiempo de coagularse». «Por ello es importante –para el Vaticano– òòegar a conjugar la técnica con una fuerte dimensión ética fundada en la dignidad del ser humano».
 
Si estas son las premesas de la participación vaticana en Río + 20, en su documento la Santa Sede también llama la atención sobre algunos puntos más específicos: la necesidad, por parte de la comunidad internacional, de una «profunda reflexión sobre el sentido de la economía y de sus fines»; la importancia de la subsidiariedad y de la familia, que, además de ser la célula clave de la sociedad, sigue siendo la «última línea de defensa […] en contra de los totalitarismos»; el rechazo de la anticoncepción y del aborto, que no hay que considerar como «cuestiones de salud» sino como «instrumentos que se oponen gravemente» al derecho fundamental de la vida. Al final, un llamado a los estados para que promuevan «un sistema comercial global más equitativo e incluyente», que respeten los compromisos asumidos en relación con las ayudas y el desarrollo, y que encuentren «instrumentos innovadores financieros que pongan en el centro de la vida económica la dignidad humana, el bien común y la defensa de la creación».