Mensaje a los seminaristas: "No cuenta el tener, sino el ser"
Luego de detenerse en adoración ante el tabernáculo, el Papa tuvo la lectio divina sobre el pasaje paulino de la carta a los Romanos: la invitación del Apóstol de los Gentiles a ofrecer el propio cuerpo como sacrificio viviente, santo y agradable a Dios, a no conformarse a este mundo, a dejarse transformar para poder discernir la voluntad de Dios, aquello que es bueno, a él agradable y perfecto.
“Pero no conformarse no quiere decir escapar del mundo, hizo notar el Pontífice, es un camino para ser verdaderamente libres”. El poder de la finanza y aquel de los medios de comunicación, explicó más adelante el Papa, ambos necesarios y útiles a veces corren el riesgo de dominar sobre el hombre. El primero se transforma no más en un instrumento que favorece a la humanidad, sino que la oprime.
"El mundo de las finanzas no representa más un instrumento para favorecer el bienestar, para favorecer la vida del hombre, sino se convierte en un poder que lo oprime, que debe ser casi adorado, mamona, la verdadera divinidad falsa que domina el mundo. Contra
este conformismo de la sumisión a este poder, somos no conformistas: no cuenta el tener, sino el ser! No nos sometamos a esto, usémoslo como medio, pero con la libertad de los hijos de Dios.
El Obispo de Roma constató que del mismo modo a menudo la información no hace realmente luz y aquello que es dicho o escrito, se vuelve más importante que la misma realidad. El mundo virtual peligra por lo tanto de convertirse en más importante de aquel real. El cristiano se conforma para ser libre, recordó el Santo Padre.
"El no conformismo del cristiano nos redime, nos restituye a la verdad. Pidamos al Señor para que nos ayude a ser hombres libres en este no conformismo que no es contra el mundo, sino es el verdadero amor del mundo".
Hoy en día se habla tanto de la Iglesia de Roma, sobre ella se dicen tantas cosas – ha observó luego el Papa.
"También hoy se habla mucho de la Iglesia de Roma, de tantas cosas, esperemos que se hable también de nuestra fe, de la fe ejemplar de la Iglesia de Roma y pedimos al Señor, para que podamos hacer de tal manera que se hable no de tantas cosas, sino más bien de la fe de la Iglesia de Roma".
Benedicto XVI advirtió también que el cristianismo no es solo espiritualización, moralización, sino encarnación. La invitación de Pablo a ofrecer los propios cuerpos es una invitación a ser un todo uno con Dios. "Realmente debemos ser traspasados por la realidad de Dios, de tal manera que toda nuestra vida – y no solo algunos pensamientos – sean liturgia, sean adoración", anotó el Papa.
Benedicto XVI terminó su encuentro con estos seminaristas haciendo notar que en el día de la Virgen de la Confianza vemos en ella la realidad de todo esto, la persona que es realmente nueva, que es realmente trasformada, que es realmente sacrificio viviente. La Virgen vio la voluntad de Dios, vive en la voluntad de Dios, dijo: “Si” y este si de la Virgen es todo su ser y así nos muestra el camino, nos ayuda, culminó diciendo el Santo Padre. (Raúl Cabrera – RV)