Los diez obispos más perseguidos por el comunismo chino

Los diez obispos más perseguidos por el comunismo chino

3 de noviembre de 2024 Desactivado Por Regnumdei

Hay dos obispos detenidos de más de 90 años. Uno de ellos lleva casi 30 años de arresto.


Recientemente Nina Shea, del Hudson Institute, publicó un estudio titulado “Diez Obispos Católicos perseguidos en China”, en el que evidencia que no existe real distensión del comunismo chino hacia la Iglesia, sino que se mantiene la persecución, especialmente hacia los obispos y comunidades que no se pliegan a sus postulados.

El informe, documenta las desgarradoras experiencias de obispos aprobados por el Vaticano que han sufrido detenciones sin el debido proceso, vigilancia, investigaciones policiales y destierros de sus diócesis por negarse a someterse a la Asociación Patriótica Católica China (CPCA), un grupo administrado por el Estado y controlado por el Departamento de Trabajo del Frente Unido del Partido Comunista Chino (PCCh).

“Beijing atacó a estos 10 obispos después de que se opusieron a la Asociación Patriótica Católica China, que requiere que sus miembros prometan independencia de la Santa Sede”, agregó.

El Hudson Institute publicó el informe días antes del esperado anuncio del Vaticano sobre si la Santa Sede renovará su acuerdo provisional con Pekín sobre el nombramiento de obispos.

El acuerdo provisional se firmó por primera vez en 2018 y luego se renovó en 2020 y 2022. La renovación más reciente por dos años firmada en 2022 vence esta semana, el 22 de octubre.

A continuación, se presenta una lista de los 10 obispos católicos chinos que aparecen en el informe:

Obispo Vincent Guo Xijin

El obispo Vincent Guo Xijin, de 66 años, de la diócesis de Mindong en la provincia de Fujian, ha enfrentado múltiples detenciones a lo largo de 30 años, incluida una en 2019, durante la cual fue puesto bajo vigilancia de dos guardias y sometido a “tácticas de persuasión” coercitivas. Después de la firma del acuerdo chino-vaticano en 2018, se le pidió que renunciara como obispo principal de Mindong para permitir que el obispo designado por el gobierno, Zhan Silu, ocupara su lugar. Aunque Guo aceptó servir como obispo auxiliar, siguió enfrentándose a una presión incesante para que se registrara en la Asociación Patriótica Católica China, que incluyó cortar la electricidad y el agua de su residencia y luego desalojarlo en enero de 2020. Renunció en octubre de 2020 a la edad de 62 años.

Obispo Augustine Cui Tai

El obispo Augustine Cui Tai, de 74 años, de la diócesis de Xuanhua en la provincia de Hebei, ha sido sometido a detenciones repetidas, arresto domiciliario y trabajos forzados durante los últimos 31 años. Ha sido detenido cuatro veces desde el acuerdo entre China y el Vaticano de 2018 y no se lo ha visto desde que fue puesto bajo custodia policial en abril de 2021. Su diócesis ha pedido repetidamente su liberación, pero sin éxito.

Monseñor Julius Jia Zhiguo

El obispo Julius Jia Zhiguo, de 90 años, de la diócesis de Zhengding, en Hebei, tiene una larga historia de persecución, ya que ha sido detenido varias veces desde 1963. Su detención más reciente comenzó en agosto de 2020, cuando el acuerdo entre China y el Vaticano estaba a punto de renovarse por primera vez. Su “delito” fue haber permitido que en su iglesia se cantaran himnos sin permiso del gobierno, según el informe. Jia sigue detenido desde su arresto en 2020 y el gobierno chino ha reconocido que sufre una enfermedad que se desarrolló en gran medida durante el tiempo que estuvo detenido. La policía también desmanteló el orfanato del obispo para niños discapacitados que dirigía con la ayuda de monjas católicas durante más de 30 años.

Obispo Thaddeus Ma Daqin

Tras declarar públicamente su negativa a cooperar con la CPCA en su ordenación episcopal en 2012, el obispo Thaddeus Ma Daqin, de 56 años, de la diócesis de Shanghái, fue detenido y aislado en un seminario y ha permanecido bajo arresto domiciliario desde entonces bajo constante vigilancia, restricciones y detención. El acuerdo entre China y el Vaticano no mejoró su situación.

Obispo Peter Shao Zhumin

El obispo Peter Shao Zhumin, de 61 años, de la diócesis de Wenzhou en Zhejiang ha sido arrestado al menos seis veces desde el acuerdo de 2018. Su detención más reciente ocurrió en enero sin el debido proceso, y hoy sigue encarcelado. Las autoridades lo han presionado repetidamente para que se una a la CPCA, pero él se ha negado sistemáticamente.

Obispo Melchior Shi Hongzhen

El obispo Melchior Shi Hongzhen, de 95 años, de la diócesis de Tianjin ha estado bajo arresto domiciliario durante más de 15 años. Está confinado en el recinto de su iglesia parroquial y ocasionalmente se le permite salir para realizar deberes religiosos. En 2024, el Vaticano informó que China lo reconoció oficialmente como obispo, aunque su edad y las restricciones vigentes ahora le dificultan cumplir con su ministerio.

Obispo James Su Zhimin

El obispo James Su Zhimin, de 92 años, de la diócesis de Baoding en Hebei, ha estado detenido en secreto durante más de 27 años, tras haber sido arrestado en 1997 mientras encabezaba una procesión religiosa a un santuario mariano. Su ubicación sigue sin revelarse y es uno de los líderes católicos detenidos durante más tiempo en China. El sobrino del obispo le dijo a UCA News en 2020 que «se teme que el obispo Su ya no esté vivo».

Obispo Joseph Xing Wenzhi

El obispo Joseph Xing Wenzhi, de 61 años, de la diócesis de Shanghái, desapareció en circunstancias misteriosas en 2011. El PCCh afirmó que había renunciado a su cargo, pero no se ha proporcionado más información. El Vaticano ha expresado su esperanza de que se resuelva su caso, pero su destino sigue siendo incierto.

Cardenal Joseph Zen Ze-kiun

El cardenal Joseph Zen Ze-kiun, de 92 años y crítico vocal del PCCh, de Hong Kong, ha enfrentado una presión constante desde que China impuso la ley de seguridad nacional en Hong Kong. Fue arrestado en 2022 acusado de “colusión con fuerzas extranjeras” y fue puesto en libertad bajo fianza horas después. Zen fue condenado por no registrar un fondo que ayudó a pagar los honorarios legales y los tratamientos médicos de los manifestantes pro democracia de Hong Kong y se le obligó a pagar una multa.

Monseñor Joseph Zhang Weizhu

Al obispo Joseph Zhang Weizhu, de 66 años, de la diócesis de Xinxiang, en Henan, se le impidió durante mucho tiempo entrar en su diócesis y luego fue arrestado en mayo de 2021, mientras se recuperaba de una cirugía de cáncer, y continúa detenido sin juicio. Las autoridades también allanaron y cerraron su seminario, calificándolo de ilegal. En marzo de 2023, Asia News confirmó que el obispo seguía detenido por la policía local.

Hablamos del obispo Esteban Li Side, que nació en 1927 en una familia católica de larga tradición, en la provincia china de Hebei. Desde su infancia reconoció la llamada al sacerdocio y fue ordenado presbítero de la diócesis de Tianjin. Al tomar el poder Mao Zedong y comenzar el intento de controlar a la Iglesia desde el poder, él se negó y por eso fue arrestado en 1958. Así comienzan a alternarse períodos de prisión con otros de libertad, en los que vuelve a su tarea pastoral en la catedral de San José.

En uno de esos períodos de libertad, en 1982, fue ordenado en secreto obispo de Tianjin, pero no fue reconocido por el gobierno. Debido a su reclamación de mayor libertad religiosa, fue llevado a prisión nuevamente, para ser finalmente liberado con la obligación de vivir bajo arresto domiciliario en el pueblo de Liang Zhuangzi, en medio de las montañas, donde ha permanecido desde 1992 hasta su muerte en la vigilia de Pentecostés, a los 92 años.

Aunque la pretensión de las autoridades era aislarle en un lugar lejano y de difícil acceso, numerosos sacerdotes y fieles iban continuamente a visitarle y a pedirle consejo, tanto los que se encuadraban en las comunidades clandestinas como los que habían aceptado el control gubernamental.

Tras su muerte, varios sacerdotes han hablado de su devoción mariana y su obra evangelizadora, atenta a la misión de la Iglesia y el nacimiento de vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa; de su austeridad de vida, de su humildad y carácter gentil. A pesar de cuanto había sufrido, invitaba siempre a los fieles a respetar las leyes y a ayudar a los pobres.

Su funeral no ha podido celebrarse en la catedral, dado que el gobierno no le reconocía como obispo de la diócesis, y en su lápida no se ha podido grabar el título de obispo, sino el de “pastor”. A pesar de ello, su despedida se ha convertido en un homenaje de gratitud y en una fiesta de unidad de los católicos de Tianjin. Uno de los sacerdotes celebrantes ha dicho: “Cada palabra y cada acción suya es un modelo para nosotros, y permanecerá en la historia por mil años”.

Un informe del Instituto Hudson, dirigido por la investigadora Nina Shea y publicado el 22 de octubre de 2024, muestra el aumento de represión del gobierno chino contra los obispos católicos incluso después del acuerdo realizado entre el gobierno de China y el Vaticano en 2018. Diez obispos que hay en el país son perseguidos principalmente por la objeción de conciencia ante la Asociación Patriótica Católica, institución creada por el gobierno comunista para controlar a los católicos chinos (no reconocida por el Vaticano). Para afiliarse a la Asociación, los sacerdotes deben prometer independencia de la Santa Sede. El Papa Benedicto XVI señaló en una carta de 2016 que “independizarse” del sucesor de Pedro es “incompatible con la doctrina católica”. El gobierno chino permite la existencia limitada de la iglesia católica. Hay 95 obispos católicos en China continental. De estos, 69 son oficiales y 26 son no oficiales. La Iglesia Católica se distribuye en 147 diócesis, muchas de ellas vacantes. Las autoridades mantienen vigilancia constante sobre el desempeño de los creyentes al tiempo que fortalece la iglesia patriótica para su propaganda gubernamental. La Asociación Católica Patriótica China está desde 2018 bajo el control directo del Departamento de Trabajo del Frente Unido, brazo propagandístico del Partido Comunista Chino, presionando a los obispos para que unan a la Asociación. El acuerdo entre China y el Vaticano contempla la posibilidad de que los obispos opten por participar.

El acuerdo entre China y el Vaticano no se ha hecho público. Parece que reserva al Vaticano el nombramiento de obispos. China ha cumplido parcialmente el acuerdo aunque ha habido varios nombramientos unilaterales. El informe el Instituto Hudson refleja que «la persecución del gobierno chino contra la Iglesia Católica china está dirigida contra los jerarcas que se resisten al control del Partido Comunista Chino sobre los asuntos religiosos». Se centra en 10 prelados perseguidos desde 2018, incluyendo «detenciones indefinidas sin el debido proceso, desapariciones, investigaciones abiertas de la policía de seguridad, destierros de sus diócesis u otros impedimentos a sus ministerios episcopales, incluidas amenazas, vigilancia, interrogatorios y la llamada reeducación». China va más allá de sus fronteras para suprimir la religión y silenciarla, pues la ve como oposición: Afganistán descubrió recientemente una red china de espionaje que operaba desde Kabul con Haqqani, grupo terrorista afiliado a los talibanes, para capturar a uigures refugiados y regresarlos a China. El Partido Comunista Chino es hostil contra los grupos que practican su fe sin su control, como ha hecho con la población uigur de mayoría musulmana. También acosa y clausura reuniones cristianas no registradas, llamadas iglesias caseras, deteniendo a los líderes locales y amenazando la práctica libre de la fe. Nina Shea comentó que se conoce poco el acoso a los diez obispos perseguidos, ejes que garantizan la vida eclesial de los católicos chinos en doctrina y vivencia de su fe.