Listo reporte preliminar sobre guías anti-pederastia

22 de junio de 2012 Desactivado Por Regnumdei
En las últimas semanas la Santa Sede ha recibido las líneas-guía para la prevención y el combate a los abusos sexuales contra menores redactadas por los obispos de los diversos países del mundo. Y difundirá, en los próximos días, un reporte preliminar de resultados. Se trata de una operación delicada y no exenta de dificultades, por las diversas opiniones sobre cómo afrontar un lastimoso problema. Un ejemplo: el caso italiano.
La mayor parte de los episcopados del planeta ya respondieron a la convocatoria lanzada por el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, William Joseph Levada,   en una carta circular del 3 de mayo de 2011. En la misma el cardenal pidió, a cada una de las conferencias de obispos, redactar sus guías para atender el flagelo de la pederastia en sus respectivos territorios. Y puso una fecha límite de entrega: los últimos días de mayo de este 2012.
Recomendó que dichos documentos establezcan “procedimientos claros y coordinados” para el manejo de los casos, además de animar a que se afronte el problema a tiempo y eficazmente, con indicaciones orgánicas, adaptadas a las situaciones locales, que comprenden también las relaciones con las normas y las autoridades civiles.
En algunos países estas líneas-guía ya operan desde hace años, especialmente donde se ha registrado la mayor cantidad de episodios de abuso: Estados Unidos, Irlanda, Alemania o Austria, por ejemplo. En la construcción de sus propias normas algunos episcopados tomaron como modelo la experiencia de estos lugares.
En esta primera etapa la Doctrina de la Fe se limitará sólo a recibir los textos de los obispos, sin expedir autorización alguna para su puesta en práctica. Seguramente emitirá, en el futuro, recomendaciones particulares.
Por eso causó sorpresa y desconcierto en los palacios vaticanos la declaración del 22 de mayo último pronunciada por el secretario general de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), Mariano Crociata. Al presentar la normativa sobre la materia emanada en Italia aseguró que la misma tuvo un “pasaje informal pero autorizado” por el dicasterio presidido de Levada. Dando a entender, así, que cuenta con el visto bueno oficial.
Pero la congregación no emitió, todavía, autorización alguna a los textos recibidos. Ni siquiera los italianos que, por otra parte, abrieron una encendida polémica cuando fueron dados a conocer. Porque en los mismos no se incluyó la obligatoriedad de denuncia a la justicia civil para los obispos que entran en conocimiento de supuestos casos de abuso.
Crociata justificó esa situación argumentando que la Iglesia italiana “no puede pedir al obispo de convertirse en un ministerio público”. Y agregó: “no podemos pedirles tomar la iniciativa” y denunciar a un presunto sacerdote pedófilo porque “contrasta con el ordenamiento” aunque, naturalmente, “nada lo impide”. Pero, a final de cuentas, todo parece indicar que los obispos italianos se adelantaron a la Santa Sede y casi le impusieron, de manera unilateral, unas líneas-guía discutibles, por decir lo menos.
Y eso que la carta circular del cardenal Levada de mayo de 2011 fue clara en pedir que las líneas-guía incluyesen “la cooperación con las autoridades civiles en el ámbito de sus respectivas competencias y el cumplimiento de las prescripciones de las leyes civiles en lo referente a remitir los delitos a las legítimas autoridades, sin prejuicio del foro interno o sacramental”. Una cooperación que debería aplicarse no sólo en los casos de abusos por parte del clero, sino también del personal empleado en estructuras eclesiásticas.