LA VERDAD SOBRE LA MARIHUANA
Aunque el cannabis contiene más de 400 componentes químicos diferentes, el ingrediente principal que afecta a la mente es el THC.
¿QUÉ ES LA MARIHUANA?
Es la palabra que se usa para describir las flores secas, semillas y hojas de la planta de cáñamo índico. En la calle, es conocida por muchos otros nombres, tales como: cáñamo, churro, doña juana, hachís, hierba, mary jane, mafú, mari, juana, maría, monte, mota, pasto, porro, THC y yerba.
El hachís es un derivado de la marihuana, hecho con las resinas de la planta de cáñamo índico. También llamado chocolate, polen o canuto, en promedio es 6 veces más fuerte que la marihuana.
La palabra “Cannabis” describe a cualesquiera de las diferentes drogas que proceden del cáñamo índico, incluyendo marihuana y hachís.
Independientemente del nombre, esta droga es un alucinógeno; una sustancia que distorsiona la manera en que la mente percibe el mundo en el que vives.
El ingrediente químico del cannabis que crea esta distorsión es conocido como “THC”. La cantidad de THC encontrado en cualquier volumen de marihuana puede variar sustancialmente, pero en general, el porcentaje de THC se ha incrementado en los últimos años.
¿CÓMO SE USA?
La marihuana es una mezcla de hojas secas, tallos, flores y semillas de la planta del cáñamo índico. Tiene un color normalmente verde, marrón o gris.
El hachís es una resina marrón clara, marrón o negra que se seca y se prensa en barras, trozos o bolas. Cuando se fuma, tanto la marihuana como el hachís emiten un aroma dulzón y característico.
La marihuana es la droga ilegal que más se consume en el mundo. Una encuesta hecha en 2007 encontró que 14.4 millones de individuos sólo en los EE.UU. habían fumado marihuana al menos una vez durante el mes previo a la fecha de la encuesta.
La marihuana normalmente se fuma como un cigarrillo (porro), pero se puede fumar también en una pipa. Con menos frecuencia, se mezcla con alimento y se come o se prepara como té. Algunas veces, los consumidores abren los cigarrillos y quitan el tabaco, reemplazándolo con marihuana, lo llaman un “cigarro corto”. Los porros y cigarros cortos algunas veces se mezclan con otras drogas más potentes, tales como el crack o PCP (fenciclidina, un poderoso alucinógeno).
Cuando una persona fuma un porro, normalmente siente sus efectos en minutos. Las sensaciones inmediatas son: incremento del ritmo cardíaco, disminución de la coordinación y equilibrio, un estado mental irreal de “ensueño” y alcanzan su clímax dentro de los primeros 30 minutos. Estos efectos a corto plazo desaparecen normalmente en dos o tres horas, pero podrán permanecer más tiempo, dependiendo de la cantidad ingerida por el consumidor, la potencia del THC y la presencia de otras drogas introducidas en la mezcla.
Como el consumidor típico aspira más humo y lo retiene más tiempo que si fuera un cigarrillo, un solo porro crea un impacto severo en los pulmones. Aparte del malestar que se asocia al dolor de garganta y a los resfriados, se ha encontrado que el consumo de un porro le expone a uno a los químicos que producen el cáncer tanto como lo haría el fumar cinco cigarrillos.
Las consecuencias mentales del uso de la marihuana son igualmente graves. Los fumadores de marihuana tienen una memoria y aptitud mental más pobres que los no fumadores.
Animales a los que les fue suministrada marihuana por parte de investigadores llegaron a sufrir incluso daños estructurales en el cerebro.
NOMBRES CALLEJEROS DE LA MARIHUANA:
Ganja
Mary Jane
Bareta
Hierba
maría
canuto
caño
porro
pito
HACHÍS
Canuto
China
Chocolate
SUS ANTECEDENTES
La planta de cáñamo índico (de la cual se elaboran drogas como la marihuana y el hachís) se cultivó para usarse como alucinógeno hace más de 2,000 años.
Aunque el cannabis contiene más de 400 componentes químicos diferentes, el ingrediente principal que afecta a la mente es el THC. La cantidad de THC en la planta del cáñamo determina el poder de la droga. El clima, la tierra y otros factores determinan el porcentaje de THC que se encuentra en la planta. Pero con el uso de las técnicas de cultivo modernas, el cultivador de cáñamo ha desarrollado variedades de cannabis que tienen niveles mucho más altos de THC que en el pasado. Los niveles de THC eran de un promedio de un 1% en 1974 y un 4% en 1994. En el 2008, los niveles alcanzaron el 9.6%, el nivel más alto hasta entonces desde que se iniciara el análisis de drogas en la década de los 70.
Una forma de cannabis, llamada sin semilla, puede contener niveles de THC del 7.5% hasta un máximo del 24%.
ALCOHOL VERSUS MARIHUANA
¿Es lo mismo fumar un porro de marihuana que beber alcohol?
Tú decides. Aquí están los hechos:
El alcohol sólo consiste de una sustancia: el etanol. La marihuana contiene más de 400 sustancias químicas conocidas, incluyendo las mismas sustancias que causan el cáncer, y que se encuentran por fumar tabaco. A diferencia de los fumadores de tabaco, los fumadores de marihuana tienden a aspirar profundamente y a retener el humo tanto como sea posible para aumentar el efecto de la droga, empeorando así el daño a los pulmones.
El alcohol se elimina del cuerpo en unas pocas horas; Pero el THC se queda en el cuerpo durante semanas, posiblemente meses, dependiendo del tiempo y la intensidad con que se usa.
El THC daña el sistema inmunológico. El alcohol no lo hace.
Aquí no tenemos la intención de minimizar los daños del consumo de alcohol, el cual puede ser igualmente dañino. Los consumidores, sin embargo, necesitan ser conscientes de que las sustancias químicas en la marihuana, algunas de ellas causantes de cáncer, se encuentran aún en el cuerpo mucho después de haber tomado la droga.
ESTADÍSTICAS INTERNACIONALES
De acuerdo con las Naciones Unidas, 158.8 millones de personas alrededor del mundo usan marihuana… más del 3.8% de la población mundial.
Más de 94 millones
de personas en los Estados Unidos han admitido haberla consumido al menos una vez.
de personas en los Estados Unidos han admitido haberla consumido al menos una vez.
De acuerdo a la Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas y Salud de 2007, 2.1 millones de personas en los Estados Unidos probaron la marihuana por primera vez ese año.
El 6.7% de chicos entre los 12 y 17 años de edad eran usuarios regulares de marihuana en 2007.
De acuerdo a las estimaciones del gobierno de los Estados Unidos, la producción local de marihuana se ha incrementado diez veces en los últimos veinticinco años: de 1.000 toneladas métricas en 1981 a 10.000 toneladas métricas en 2006. No es sorprendente, que el 58% de los jóvenes de 12 a 17 años digan que la mota es fácil de obtener. Los consumidores de marihuana en los Estados Unidos gastaron unos 10.5 mil millones de dólares en esta droga en el año 2000.
En el 2005, 242,200 visitas en salas de urgencias en los Estados Unidos implicaban el consumo de marihuana.
De acuerdo con la Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos, un elevado porcentaje de aquellos que fueron arrestados por crímenes dieron positivo en un test de consumo de marihuana. A nivel nacional, 40% de los adultos a los que se les hizo la prueba dieron resultados positivos en el momento de su arresto.
De los adultos de 26 años o más, que usaron marihuana antes de los 15, el 62 por ciento pasaron a consumir cocaína en algún momento de su vida; el 9 por ciento pasaron a consumir heroína al menos una vez; y el 54 por ciento hicieron uso no recetado de drogas médicas que alteran la mente.
Después del alcohol, la marihuana es la segunda sustancia encontrada más frecuentemente en el cuerpo de los conductores involucrados en accidentes automovilísticos fatales.
LOS EFECTOS DAÑINOS DE LA MARIHUANA
Créditos fotográficos: Alamy
Los efectos inmediatos al fumar marihuana incluyen taquicardia, desorientación, falta de coordinación física, a menudo seguidos por depresión o somnolencia. Algunos consumidores sufren ataques de pánico o ansiedad.
Pero el problema no acaba aquí. De acuerdo a estudios científicos, el ingrediente activo del cannabis, THC, permanece en el cuerpo durante semanas o incluso más tiempo.
El humo de la marihuana contiene del 50% al 70% más sustancias que causan cáncer que el humo del tabaco. Un estudio de investigación importante informó que un porro de cannabis puede causar el mismo daño a los pulmones que cinco cigarrillos fumados uno detrás del otro. Los fumadores de porros de toda la vida a menudo sufren de bronquitis, una inflamación del tracto respiratorio.
La droga puede afectar no sólo a tu salud física. Estudios en Australia durante el 2008, han asociado el uso frecuente y prolongado de marihuana con anormalidades en el cerebro. Esto está respaldado por una investigación anterior sobre los efectos a largo plazo de la marihuana, lo cual indica que hay cambios en el cerebro, similares a aquellos causados por el consumo prolongado de otras drogas más importantes. Y varios estudios han mostrado la conexión entre el uso continuo de la marihuana y la psicosis.
La marihuana cambia la estructura de las células del esperma, deformándolas. Además, pequeñas cantidades de marihuana pueden causar esterilidad temporal en el hombre. El uso de la marihuana puede alterar el ciclo de la menstruación en la mujer.
Los estudios demuestran que las funciones mentales de personas que han fumado gran cantidad de marihuana tienden a disminuir. El THC del cannabis afecta las células nerviosas del cerebro, lo que a su vez afecta a la memoria.
El cannabis es una de las pocas drogas que causan la división anormal de la célula, lo cual conduce a graves defectos hereditarios. Una mujer embarazada que fuma regularmente marihuana o hachís puede dar a luz prematuramente un bebé de menor tamaño y con menos peso de lo normal. En los pasados 10 años, muchos hijos de adictos a la marihuana han nacido con una iniciativa reducida y capacidades disminuidas en cuanto a concentrarse y dedicarse al logro de las metas en la vida. Los estudios también sugieren que el consumo prenatal de la droga puede resultar en defectos de nacimiento, anormalidades mentales y un mayor riesgo de leucemia1 en los niños.
EFECTOS A CORTO PLAZO
Distorsión sensorial
Pánico
Ansiedad
Mala coordinación de movimientos
Tiempo de reacción más lento
Después de una “subida” inicial, el consumidor se siente somnoliento o deprimido
Ritmo cardíaco más elevado (y riesgo de ataque al corazón)
EFECTOS A LARGO PLAZO
Resistencia disminuida a enfermedades comunes (resfriados, bronquitis, etc.)
Supresión del sistema inmunológico
Trastornos del crecimiento
Incremento de células en el cuerpo anormalmente estructuradas
Reducción de las hormonas sexuales masculinas
Destrucción rápida de las fibras pulmonares y lesiones (heridas) al cerebro que podrían ser permanentes
Capacidad sexual reducida
Dificultades en el estudio: se reduce la habilidad para aprender y retener información
Apatía, adormecimiento, falta de motivación
Cambios de personalidad y humor
Inhabilidad para comprender cosas claramente
“Empecé a consumirla en una fiesta, tras un reto de uno de mis mejores amigos que dijo que yo era demasiado cobarde para fumar un porro y beberme un litro de cerveza. Yo tenía catorce años en aquel entonces. Después de 7 años de consumir drogas y beber, me encontré a mí mismo al final del camino siendo adicto. Ya no consumía para sentir euforia, sólo consumía para sentir alguna apariencia de normalidad.
“Luego empecé a tener sentimientos negativos sobre mí mismo y mis propias habilidades. Odiaba la paranoia.1 Odiaba mirar por encima de mi hombro todo el tiempo. Realmente odiaba no confiar en mis amigos. Me volví tan paranoico que tuve éxito en apartar de mi vida a todos y me encontré a mí mismo en el terrible lugar en donde nadie quiere estar: estaba solo. Me levantaba por la mañana y comenzaba a tomar drogas y continuaba tomando durante el día”. —Paúl
EN EL CAMINO AL ABUSO DE DROGAS
Debido a que se produce una tolerancia, la marihuana lleva a sus consumidores a tomar drogas más fuertes para lograr el mismo viaje. Cuando los efectos empiezan a desaparecer, la persona puede cambiar a drogas más potentes para liberarse de condiciones indeseadas que le impulsaron a tomar marihuana en primer lugar. La marihuana por sí misma no conduce a la persona a otras drogas; la persona toma drogas para eliminar situaciones o sentimientos indeseados. La droga (marihuana)
enmascara el problema durante un tiempo (cuando el consumidor está en el “viaje”). Cuando el “viaje” se desvanece, el problema, la condición o situación indeseable vuelve más intensamente que antes. El usuario puede luego optar por drogas más fuertes ya que la marihuana ya no “funciona”.
enmascara el problema durante un tiempo (cuando el consumidor está en el “viaje”). Cuando el “viaje” se desvanece, el problema, la condición o situación indeseable vuelve más intensamente que antes. El usuario puede luego optar por drogas más fuertes ya que la marihuana ya no “funciona”.
La gran mayoría de los adictos a la cocaína (99.9 por ciento) empezaron consumiendo primero “drogas de entrada”, como la marihuana, el cigarrillo o el alcohol. Por supuesto, no todos los que fuman marihuana y hachís pasan al consumo de drogas más fuertes. Algunos nunca lo hacen. Otros dejan de fumar marihuana por completo. Pero algunos recurren a drogas más fuertes. Un estudio encontró que los jóvenes (entre 12 y 17 años) que fuman marihuana, son 85 veces más propensos a consumir cocaína que los chicos que no fuman marihuana, y que el 60 por ciento de los chicos que fuman marihuana antes de los 15 años, pasan a consumir cocaína.
A veces combinan la marihuana con drogas más fuertes. Los cigarros de marihuana algunas veces se sumergen en PCP, un poderoso alucinógeno. PCP es un polvo blanco que existe en forma líquida, y se usa a menudo con cannabis. El PCP es conocido por causar comportamiento violento y generar reacciones físicas graves, como convulsiones, estado de coma e incluso la muerte.
“Me dieron mi primer porro en el patio de mi escuela. Ahora soy un adicto a la heroína, y acabo de finalizar mi octavo tratamiento de rehabilitación”. —Christian
DETRÁS DE LA CORTINA DE HUMO
El consumo de marihuana no sólo es dañino para el que la consume. Él también puede convertirse en un riesgo para la sociedad.
Las investigaciones muestran claramente que la marihuana tiene el potencial de causar problemas en la vida diaria. Un estudio realizado en 129 universitarios reveló que aquellos que habían consumido esta droga entre los 27 y 30 días antes de haber contestado la encuesta, habían disminuido considerablemente sus habilidades importantes relacionadas con la atención, memoria y el aprendizaje. Un estudio hecho a los trabajadores del servicio postal reveló que los empleados que habían dado positivo en las pruebas de uso de marihuana habían sufrido un 55% más de accidentes, un 85% tenían más lesiones y un 75% más de bajas en el trabajo.
En Australia, un estudio descubrió que 4.3% de las tragedias automovilísticas fueron causadas por la intoxicación de cannabis.
Es casi imposible crecer en Estados Unidos, o cualquier otro país, y no estar expuesto a las drogas. La presión social para tomar drogas es alta y la información honesta sobre los peligros de éstas no está siempre disponible.
Mucha gente te dirá que la marihuana no es peligrosa. Ten en cuenta quién te lo está diciendo. ¿Son las mismas personas que están tratando de venderte algo de marihuana?
La marihuana puede dañar la memoria de las personas, y este impacto puede continuar por días o semanas después de los efectos inmediatos de haber dejado de consumirla. En un estudio hecho a un grupo de grandes consumidores de marihuana, se les pidió que recordaran palabras de una lista. Perdieron la habilidad para recordar correctamente las palabras incluso 4 semanas después de haber dejado de fumar.
Los estudiantes que consumen marihuana tienen calificaciones más bajas en sus estudios y es menos probable que lleguen a la universidad que los no fumadores. Ellos simplemente no tienen las mismas habilidades para recordar y organizar información en comparación con los que no usan esas sustancias.
“El profesor del colegio al que yo iba fumaba tres o cuatro porros diarios. Consiguió que muchos de los estudiantes empezaran a fumar porros, incluyéndome a mí. Entonces su traficante me incitó a tomar heroína, la cual consumí sin oponerme. Para entonces, era como si mi consciencia estuviera realmente muerta”. —Verónica
LO QUE TE DIRÁN LOS TRAFICANTES
Cuando se encuestó a adolescentes para averiguar por qué habían empezado a consumir drogas, el 55% contestó que fue debido a la presión de sus amigos. Ellos querían ser agradables y populares. Los traficantes lo saben.
Se te acercan como un amigo y ofrecen “ayudarte” con “algo para animarte”. La droga te “ayudará a encajar” o te “hará estar en la onda”.
Los traficantes, motivados por las ganancias que obtienen, dirán lo que sea para que compres sus drogas. Te dirán que “fumar marihuana no te llevará a drogas más fuertes”.
A ellos no les importa si las drogas arruinan tu vida mientras que a ellos se les pague. Todo lo que les importa es el dinero. Antiguos traficantes han admitido que veían a sus compradores como “peones en un juego de ajedrez”.
FUENTE: es.drugfreeworld.org