La Iglesia está preocupada por los gitanos.
(Agencias) La Iglesia Católica reconoció en un documento que está preocupada por la situación de los gitanos, una población que por siglos ha sido discriminada y perseguida. «La población gitana (…) marcada por el sufrimiento, la discriminación y a menudo por la persecución, no está, sin embargo, abandonada por Dios que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad», sostiene el texto presentado en el Vaticano por el cardenal Stephen Fumio Hamao y el arzobispo Agostino Marchetto, respectivamente presidente y secretario del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes. El documento, que lleva el título «Orientaciones para la pastoral de los gitanos», es el fruto de un largo estudio en el que participaron religiosos, gitanos y expertos en el tema. Dividido en seis capítulos, el documento presenta una visión de conjunto de la relación entre la Iglesia Católica y los gitanos, mientras el segundo se centra en asuntos prácticos pastorales. «Estas orientaciones son un signo de la preocupación de la Iglesia por los gitanos, que requieren una pastoral específica, atenta a su cultura», sostiene el texto. El documento se refiere a los gitanos, cuyo número en Europa ronda los 15 millones de personas, y es válido también para los otros nómadas que comparten condiciones de vida parecidas en otros continentes», aseguró el cardenal Hamao. La Iglesia lamenta «las persecuciones padecidas y los sufrimientos indecibles vividos por los gitanos, sobre todo en el siglo pasado», y «reconoce el derecho de los gitanos a tener una identidad propia», afirmó Hamao. El purpurado denunció también «el peligro de proselitismo de las sectas entre las poblaciones nómadas» e invitó a los nuevos movimientos eclesiales, «con su fuerte sentido comunitario y de apertura, de disponibilidad y cordialidad de sus miembros» a participar en la evangelización de los gitanos.