Kenya; ataques contra iglesias cristianas
Masacre en la ciudad de Garissa, en donde hombres armados irrumpieron en los servicios religiosos; por lo menos se habla de 17 muertos. La Santa Sede condena el horrible atentado.
No hay tregua para los cristianos en África. Después de la nigeriana, ahora fue la comunidad de Kenya el blanco de los ataques en contra de dos Iglesias en Garissa, en el noreste de Kenya, en la arquidiócesis de Mumbasa.
Garissa se encuentra a unos 140 kilómetros de la frontera con Somalia. La ciudad se encuentra también cerca de el enorme campo de refugiados de Dadaab (a unos 70 kilómetros), que acoge a alrededor de 465 mil refugiados somalíes y en donde fueron secuetrados cuatro agentes humanitarios extranjeros el viernes pasado.
Los ataques simultáneos tuvieron como blanco Nuestra Señora de la Consoliación, la catedral católica de la ciudad, y una Iglesia que pertenece a la congregación Africa Inland Indipendent Church (AIC), durante la misa de hoy, domingo.
Las autoridades del país indicaron que se podría tratar de las milicias islámicas Shabaab, que actúan en Somalia.
Un comando de dos terroristas encapuchados arrojó dos granadas dentro de la catedral, aunque solo explotó una de ellas. Los muertos y gran parte de los heridos, en cambio, se encontraban en la Iglesia de la Congregación AIC, en donde otros 5 milicianos dispararon contra los fieles: 10 de ellos murieron en el acto y los demás mientras eran llevados al hospital. En ambos casos, los policías que fueron desplegados después de los atentados contra iglesias en los últimos meses fueron desarmados con la fuerza.
«Horror y preocupación». Estos son los sentimientos que expresó el portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi con respecto a los atentados en Garissa. «Los sangrientos atentados en Kenya, en la ciudad de Garissa, en contra de dos Iglesias cristianas […] durante las reuniones de oración dominical son un hecho horrible y muy preocupante», dijo Lombardi. También denunció que «el ataque contra los cristianos reunidos el domingo en sus lugares de culto» parece estarse conviertiendo,entre los grupos terroristas, «en un método considerado particularmente eficaz para la difusión del odio y del miedo».