“Inspiración y verdad de la Biblia”

20 de junio de 2012 Desactivado Por Regnumdei
Del 16 al 20 de abril, la “Domus Sanctae Marthae”, en el Vaticano, lugar conocido principalmente por el hecho de hospedar a los cardenales electores durante el cónclave, será sede de la Sesión Plenaria Anual de la Pontificia Comisión Bíblica sobre el tema “Inspiración y verdad de la Biblia”. Los trabajos de la Asamblea serán conducidos por el cardenal presidente, William Levada y el secretario general, padre Klemens Stock SJ. 

     En la primera fase del estudio de la próxima Plenaria de la Comisión se concentrará en los “propios esfuerzos en verificar de qué modo el tema de la inspiración y el de la verdad se manifiestan en los diversos escritos de la Sagrada Escritura”. Cada miembro tendrá la posibilidad de presentar “el propio informe que será discutido colegialmente en la Asamblea”. 

     La Comisión Bíblica fue constituida por el papa León XIII con la Carta Apostólica “Vigilantiae studiique” del 30 de octubre de 1902 con un triple objetivo: promover de manera eficaz entre los católicos el estudio bíblico; contrastar con los medios científicos las opiniones equivocadas en materia de Sagrada Escritura; estudiar e iluminar las cuestiones debatidas y los problemas emergentes en el campo bíblico. 

Algunos años más tarde, San Pío X, con la Carta Apostólica Scripturae Sanctae del 23 de febrero de 1904, concedía a la Comisión Bíblica la facultad de conferir los grados académicos de licenciatura y doctorado en Ciencias Bíblicas. 

     León XIII y Pío X concedieron a la Comisión Bíblica amplias competencias en relación a las emergentes cuestiones y controversias bíblicas, provocadas por la crítica moderna. 

     El papa Pablo VI, en 1971, con el Motu proprio “Sedula cura”, estableció nuevas normas para la organización y el funcionamiento de la Comisión Bíblica, entre las cuales la nueva estructura de los miembros que no son solamente los cardenales, sino docentes en Ciencias Bíblicas “provenientes de varias escuelas y naciones, los cuales se distingan por la ciencia, prudencia y sentimiento católico en relación al magisterio eclesiástico”.