Gratitud del Papa a quienes lucharon por las raíces cristianas
A través de un comunicado de Prensa, el Papa ha manifestado su aprecio y agradecimiento a los Gobiernos que defendieron hasta el final un preámbulo distinto en la Constitución europea. 20 de junio. Lo decíamos ayer en Elsemanaldigital.com: ante una representación oficial española, la de nuestro nuevo embajador Jorge Dezcallar en el acto de entrega de credenciales, tuvo lugar la última apelación de Juan Pablo II a los Gobiernos europeos para que incluyeran una mención expresa de las raíces cristianas de Europa en el texto constitucional aprobado en la cumbre de Bruselas. Fracasado ese último intento, el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, difundió ayer un comunicado en el que el Vaticano hizo una primera valoración del histórico acuerdo que dota a la Unión Europea de una Constitución, a falta ahora de que la ratifiquen los 25 Estados miembros. El Papa expresa su «satisfacción por esta nueva e importante etapa en el proceso de integración europea, siempre auspiciada y animada por el Romano Pontífice», y considera que el texto aprobado «salvaguarda el status de las confesiones religiosas en los Estados miembros». Con todo, Juan Pablo II reconoce su derrota en una batalla que ha librado sin tregua desde hace dos años, y de la cual ha salido victoriosa principalmente Francia, celosa del laicismo de su Estado, que ha conseguido imponer a los demás países de la Unión. «La Santa Sede», dice el Papa, «no puede sin embargo dejar de expresar su amargura por la oposición de algunos Gobiernos al reconocimiento explícito de las raíces cristianas de Europa. Se trata de un desconocimiento de la evidencia histórica y de la identidad cristiana de los pueblos europeos». Lo triste es que del agradecimiento final queda excluida España, la más firme valedora, junto con Polonia, de esa referencia expresa: «La Santa Sede expresa un vivo aprecio y gratitud a aquellos Gobiernos que, conscientes del pasado y del horizonte histórico en el que toma forma la nueva Europa, han trabajado por dar expresión concreta su reconocida herencia religiosa». Ese grupo de países, de los que descolgó al nuestro José Luis Rodríguez Zapatero, lo constituyen Italia, Lituania, Malta, Polonia, Portugal, República Checa y Eslovaquia. Queda ver ahora si, en las ratificaciones de la Constitución que tengan lugar por referéndum (no todas, pero sí la de España, según ha prometido el presidente del Gobierno), los ciudadanos disconformes con el laicismo erigen esta negativa de la Unión al Papa y a la historia en criterio decisivo para orientar su voto. http://www.elsemanaldigital.com/articulos.asp?idarticulo=17469