Francia reza por el matrimonio y la familia

Francia reza por el matrimonio y la familia

16 de agosto de 2012 Desactivado Por Regnumdei

Los obispos franceses pidieron en la plegaria que se lee hoy en las iglesias del país, con motivo de la festividad de la Asunción, que los legisladores, gobernantes y familias eviten los planes del Gobierno de legalizar el matrimonio homosexual. Una de las peticiones dice: “Por las familias, para que su legítima confianza de apoyo social no sea defraudada, para que sus miembros se sostengan con fidelidad y ternura durante toda su vida, especialmente en los momentos dolorosos, para que el compromiso de los esposos entre sí y respecto a sus hijos sea un signo de la fidelidad del amor”. 

 

El «número uno» de la Conferencia Episcopal, el cardenal André Vingt-Trois, en su «propuesta de plegaria» habitual en esa fiesta religiosa, pidió «por las que y los que han sido recientemente elegidos para legislar y gobernar para que su sentido del bien común de la sociedad gane frente a las demandas particulares y tengan la fuerza de seguir las indicaciones de su conciencia».

 

La referencia a las uniones de dos hombres o de dos mujeres fue más explícita más adelante, cuando el cardenal rogó por los niños y jóvenes, para que «dejen de ser objetos de los deseos y de los conflictos de los adultos para que puedan beneficiarse plenamente del amor de un padre y de una madre».

 

El rezo festivo colocó en primer lugar la cuestión de los efectos de «la crisis económica», al recordar que «muchos de nuestros ciudadanos son víctimas de diversas restricciones y ven el futuro con inquietud» y a ese respeto pidió «a Dios que nos haga todavía más generosos en la solidaridad con nuestros semejantes».

 

Fueron cuatro las peticiones:

 

“Por quienes en estos tiempos de crisis económica padecen dificultades y ven con inquietud el porvenir; por quienes tienen la capacidad de tomar decisiones en estos temas y para que Dios que nos conceda ser más generosos y solidarios con nuestros prójimos”.

 

“Por aquellos que fueron recientemente elegidos para legislar y gobernar, para que su sentido del bien común de la sociedad prime sobre las peticiones particulares y para que tengan la fuerza de seguir las indicaciones de su conciencia”.

 

“Por las familias, para que su legítima confianza de apoyo social no sea defraudada, para que sus miembros se sostengan con fidelidad y ternura durante toda su vida, especialmente en los momentos dolorosos, para que el compromiso de los esposos entre sí y respecto a sus hijos sea un signo de la fidelidad del amor”.

 

“Por los niños y jóvenes, para que todos nosotros ayudemos a cada uno de ellos a descubrir su camino para progresar hacia el bien, para dejen de ser objeto de los deseos y conflictos de los adultos y puedan beneficiarse plenamente del amor de un padre y de un madre”.

 

El cardenal Vingt-Trois ya había recordado la postura de la Iglesia, en la defensa del orden natural, sobre el tema de las uniones de homosexuales tras reunirse con el presidente Hollande en julio, cuando insistió en que “el matrimonio no es una forma de reconocer la autenticidad de las relaciones entre dos personas que se quieren” sino “una institución social” para garantizar “una buena educación de los niños”.