Fiesta creyente en Suiza con el Papa
Más de 70,000 fieles del país y de numerosas comunidades inmigrantes –especialmente españoles y latinoamericanos- se dieron cita para participar en la Misa presidida por el Papa Juan Pablo II en la explanada Allmand. La asamblea, de miles de creyentes, aclamó y vitoreó al Pontífice al ritmo del ondear de banderas suizas, italianas, españolas, mexicanas, alemanas y de muchos otros países de Europa del Este y América Latina. Al hablar luego de la Santísima Trinidad, el Pontífice destacó que esta fiesta “constituye para los cristianos cada año un fuerte llamamiento al compromiso por la unidad”. “¿Cómo es posible no sentir el apremiante aguijón ecuménico ante estas palabras de Cristo? Reafirmo, también en esta ocasión, la voluntad de avanzar por el camino, difícil, pero lleno de alegría, de la plena comunión de todos los creyentes”, agregó. Juan Pablo II señaló sin embargo que una contribución decisiva a la causa ecuménica procede del compromiso de los católicos de vivir la unidad en su interior”; y destacó la necesidad de vivir la “espiritualidad de la comunión”, que “comenzando por los lugares en los que se plasma el hombre y el cristiano, llega hasta las parroquias, las asociaciones, los movimientos”.