Fiesta blanca de Todos los Santos cobra fuerza
La noche del 31 de octubre, muchos niños vestirán disfraces entretenidos y agradecerán con alguna «gracia» a las familias que les regalen dulces.
Se trata de convertir las costumbres de noche de brujas, marcadas por el susto y el chantaje, en una grata fiesta de alegría y esperanza, retornando al sentido original de «Halloween», la víspera de la solemnidad de Todos los Santos, que la Iglesia celebra el 1 de Noviembre. Esta iniciativa que inició hace seis años un grupo de laicos conducidos por el ingeniero comercial José Miguel Carafí, progresivamente ha ido cobrando fuerza en las parroquias y comunidades, y de un modo especial en los colegios.
Es así como ya se han distribuido los afiches y sugerencias de actividades a todas las Vicarías de Educación del país para que, a su vez, sean puestos a disposición de los establecimientos educacionales, jardines infantiles y parroquias que los soliciten.