Evangelio Diario y Meditación

Evangelio Diario y Meditación

1 de septiembre de 2017 Desactivado Por Regnumdei

«Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador» 

Evangelio Diario y Meditación

+Santo Evangelio

Evangelio según San Lucas 5,1-11. 

En una oportunidad, la multitud se amontonaba alrededor de Jesús para escuchar la Palabra de Dios, y él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret. 

Desde allí vio dos barcas junto a la orilla del lago; los pescadores habían bajado y estaban limpiando las redes. 

Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que se apartara un poco de la orilla; después se sentó, y enseñaba a la multitud desde la barca. 

Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: «Navega mar adentro, y echen las redes». 

Simón le respondió: «Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si tú lo dices, echaré las redes». 

Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse. 

Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían. 

Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: «Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador». 

El temor se había apoderado de él y de los que lo acompañaban, por la cantidad de peces que habían recogido; 

y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: «No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres». 

Ellos atracaron las barcas a la orilla y, abandonándolo todo, lo siguieron. 

+Meditación

San Agustín

Pedro, en representación de la Iglesia, llena de hombres pecadores, dice: «Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador»; como si la Iglesia, llena de una multitud de hombres pecadores, y casi sumergida por sus costumbres, alejase de ella en cierto modo el reino de las cosas espirituales, en las que sobresale especialmente la persona de Jesucristo. Los hombres no dicen esto con palabras a los buenos ministros del Señor para alejarlos de sí; pero, con la palabra de sus costumbres y de sus acciones, los obligan a que se separen de ellos, para no ser dirigidos por buenos, y con tanto mayor motivo cuanto que así los honran; como San Pedro figuraba su respeto, postrándose a los pies del Señor, al recordar su vida pasada, diciendo: «Señor, apartaos de mí».

+Comunión Espiritual

De Santa Margarita María Alacoque

  “Padre eterno, permitid  que os  ofrezca el Corazón de Jesucristo,  vuestro  Hijo muy  amado, como se ofrece Él mismo, a Vos  en sacrificio. Recibid  esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos  y actos de este Sagrado Corazón. Todos son  míos, pues Él se inmola por mí,  y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por  sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia  final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra  Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado.” Amén.