Evangelio Diario y Meditación

Evangelio Diario y Meditación

9 de noviembre de 2016 Desactivado Por Regnumdei

Les aseguro que al que tiene, se le dará; pero al que no tiene, se le quitará aún lo que tiene.

Evangelio Diario y Meditación

+Santo Evangelio:

Evangelio según San Lucas 19,11-28. 

Jesús dijo una parábola, porque estaba cerca de Jerusalén y la gente pensaba que el Reino de Dios iba a aparecer de un momento a otro. 

El les dijo: «Un hombre de familia noble fue a un país lejano para recibir la investidura real y regresar en seguida. 

Llamó a diez de sus servidores y les entregó cien monedas de plata a cada uno, diciéndoles: ‘Háganlas producir hasta que yo vuelva’. 

Pero sus conciudadanos lo odiaban y enviaron detrás de él una embajada encargada de decir: ‘No queremos que este sea nuestro rey’. 

Al regresar, investido de la dignidad real, hizo llamar a los servidores a quienes había dado el dinero, para saber lo que había ganado cada uno. 

El primero se presentó y le dijo: ‘Señor, tus cien monedas
de plata han producido diez veces más’. 

‘Está bien, buen servidor, le respondió, ya que has sido fiel en tan poca cosa, recibe el gobierno de diez ciudades’. 

Llegó el segundo y le dijo: ‘Señor, tus cien monedas de plata han producido cinco veces más’. 

A él también le dijo: ‘Tú estarás al frente de cinco ciudades’. 

Llegó el otro y le dijo: ‘Señor, aquí tienes tus cien monedas de plata, que guardé envueltas en un pañuelo. 

Porque tuve miedo de ti, que eres un hombre exigente, que quieres percibir lo que no has depositado y cosechar lo que no has sembrado’. 

El le respondió: ‘Yo te juzgo por tus propias palabras, mal servidor. Si sabías que soy un hombre exigentes, que quiero percibir lo que no deposité y cosechar lo que no sembré, 

¿por qué no entregaste mi dinero en préstamo? A mi regreso yo lo hubiera recuperado con intereses’. 

Y dijo a los que estaban allí: ‘Quítenle las cien monedas y dénselas al que tiene diez veces más’. 

‘¡Pero, señor, le respondieron, ya tiene mil!’. 

Les aseguro que al que tiene, se le dará; pero al que no tiene, se le quitará aún lo que tiene. 

En cuanto a mis enemigos, que no me han querido por rey, tráiganlos aquí y mátenlos en mi presencia». 

Después de haber dicho esto, Jesús siguió adelante, subiendo a Jerusalén. 

+Meditación:

San Agustín, De quaest. evang. 2,46

Cuando dice que uno de aquellos que agenciaron bien las minas adquirió diez y el otro cinco, da a conocer que éstos son los que entran en el rebaño del Señor, porque ya conocen la ley en virtud de la gracia, por los diez mandamientos de la ley, o porque el que la dictó escribió cinco libros. A esto se refieren también las diez y las cinco ciudades que pone bajo sus órdenes, porque la variedad o diversidad de cada precepto o de cada libro multiplica su inteligencia, y reducida o convertida en un sentido, forman como una ciudad de los que viven de pensamientos eternos, porque una ciudad no es una reunión de animales cualesquiera, sino de racionales que viven unidos por una misma ley. Que los siervos que dan cuenta de lo que han recibido sean alabados por el fruto que han hecho, significa que dan buena cuenta los que emplean bien lo que han recibido para aumentar las riquezas del Señor, por aquellos que creerán en El; pero los que no quieren obrar así, son retratados en aquel que guarda su mina en un lienzo. Por esto dice: «Y vino el tercero diciendo: Señor, he aquí la mina que me entregaste, y que he guardado en un lienzo». Hay algunos hombres que, haciendo alarde de su maldad, dicen: es suficiente que cada uno dé cuenta de lo que ha recibido. ¿Qué necesidad hay de predicar a otros y de ayudarles para tener que dar cuenta también de ellos? Pues no tendrán excusa delante de Dios aquellos a quienes no se les halle anunciando la ley, ni tampoco aquéllos que no hayan obedecido al Evangelio después de haberle oído, puesto que por la criatura pudieron conocer al Creador. Por esto sigue: «Porque tuve miedo de ti que eres hombre severo», etc. Esto es tanto como segar donde no se ha sembrado; esto es considerar como reos de impiedad a aquéllos por quienes no ha sido anunciada la ley ni el Evangelio. Por esto, queriendo evitar el peligro de la cuenta que habrán de dar, se abstienen del trabajo de predicar la divina palabra, y esto equivale a esconder la mina en un lienzo.

+Comunión Espiritual:

De Santa Margarita María Alacoqu
e

 “Padre eterno, permitid  que os  ofrezca el Corazón de Jesucristo,  vuestro  Hijo muy  amado, como se ofrece Él mismo, a Vos  en sacrificio. Recibid  esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos  y actos de este Sagrado Corazón. Todos son  míos, pues Él se inmola por mí,  y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por  sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia  final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra  Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado.” Amén.