Evangelio Diario y Meditación

Evangelio Diario y Meditación

10 de septiembre de 2016 Desactivado Por Regnumdei

Con las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, se van dejando ahogar poco a poco

Evangelio Diario y Meditación

+Santo Evangelio:

Evangelio según San Lucas 8,4-15. 

Como se reunía una gran multitud y acudía a Jesús gente de todas las ciudades, él les dijo, valiéndose de una parábola: 

«El sembrador salió a sembrar su semilla. Al sembrar, una parte de la semilla cayó al borde del camino, donde fue pisoteada y se la comieron los pájaros del cielo. 

Otra parte cayó sobre las piedras y, al brotar, se secó por falta de humedad. 

Otra cayó entre las espinas, y estas, brotando al mismo tiempo, la ahogaron. 

Otra parte cayó en tierra fértil, brotó y produjo fruto al ciento por uno». Y una vez que dijo esto, exclamó: «¡El que tenga oídos para oír, que oiga!». 

Sus discípulos le preguntaron qué significaba esta parábola, y Jesús les dijo: «A ustedes se les ha concedido conocer los mi
sterios del Reino de Dios; a los demás, en cambio, se les habla en parábolas, para que miren sin ver y oigan sin comprender. 

La parábola quiere decir esto: La semilla es la Palabra de Dios. 

Los que están al borde del camino son los que escuchan, pero luego viene el demonio y arrebata la Palabra de sus corazones, para que no crean y se salven. 

Los que están sobre las piedras son los que reciben la Palabra con alegría, apenas la oyen; pero no tienen raíces: creen por un tiempo, y en el momento de la tentación se vuelven atrás. 

Lo que cayó entre espinas son los que escuchan, pero con las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, se van dejando ahogar poco a poco, y no llegan a madurar. 

Lo que cayó en tierra fértil son los que escuchan la Palabra con un corazón bien dispuesto, la retienen, y dan fruto gracias a su constancia. 

+Meditación:

San Cirilo

Todo camino es árido e inculto en cierto sentido, porque es pisado por todos y ninguna semilla puede desarrollarse en él. Así, en los que tienen su corazón indócil, no pueden penetrar las divinas enseñanzas ni germinar la alabanza de las virtudes. Estos son el camino frecuentado por los espíritus inmundos. Hay también algunos que reciben la fe de una manera superficial, como si ésta sólo consistiese en palabras. La fe de éstos carece de raíz. Y por esto añade: «Y otra cayó sobre piedras, y cuando fue nacida, se secó, porque no tenía humedad”.

Son tierra rica y fértil las almas humildes y buenas, que en su humildad reciben la semilla de la palabra, la conservan y la hacen fructificar. Y en cuanto a esto se dice: «Y otra cayó en buena tierra, nació y dio fruto de ciento por uno». Cuando se introduce la palabra divina en una inteligencia limpia de los cuidados mundanos, echa raíces profundas, produce espigas y crece oportunamente.

Cuál es el sentido de esta parábola, lo vamos a saber por Aquel que la compuso. Por esto sigue: «Dicho esto, comenzó a hablar en alta voz diciendo: Quién tiene orejas de oír, oiga”.

Cuando entran en la iglesia oyen la explicación de los divinos misterios con poca voluntad y cuando han salido de la iglesia se olvidan de los sagrados misterios. Y si la fe cristiana está en paz, perseveran. Pero si la persecución la turba, su alma huye, porque su fe no tiene raíces.

+Comunión Espiritual:

De Santa Margarita María Alacoque:  “Padre eterno, permitid  que os  ofrezca el Corazón de Jesucristo,  vuestro  Hijo muy  amado, como se ofrece Él mismo, a Vos  en sacrificio. Recibid  esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos  y actos de este Sagrado Corazón. Todos son  míos, pues Él se inmola por mí,  y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por  sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia  final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra  Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado.” Amén.