Evangelio Diario y Meditación

Evangelio Diario y Meditación

28 de agosto de 2016 Desactivado Por Regnumdei

Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo para remendar uno viejo

Evangelio Diario y Meditación

+Santo Evangelio:

Evangelio según San Lucas 5,33-39. 

En aquel tiempo, los escribas y los fariseos dijeron a Jesús: «Los discípulos de Juan ayunan frecuentemente y hacen oración, lo mismo que los discípulos de los fariseos; en cambio, los tuyos comen y beben». 

Jesús les contestó: «¿Ustedes pretenden hacer ayunar a los amigos del esposo mientras él está con ellos? 

Llegará el momento en que el esposo les será quitado; entonces tendrán que ayunar». 

Les hizo además esta comparación: «Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo para remendar uno viejo, porque se romperá el nuevo, y el pedazo sacado a este no quedará bien en el vestido viejo. 

Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los odres; entonces el vino se derramará y los odres ya no servirán más. 

¡A vino nuevo, odres nuevos! 

Nadie, después de haber gustado el vino viejo, quiere vino nuevo, porque dice: El añejo es mejor». 

+Meditación:

San Agustín, de quaest. evang. 2, 18

O de otro modo, después de haber recibido el don del Espíritu Santo, y renovado ya el hombre en la vida espiritual, se celebra muy oportunamente otra especie de ayuno que prepara a la alegría del sacramento, habiendo sido antes el que le recibe, como el vestido viejo, al que no debe coserse torpemente un trozo nuevo. Porque esta doctrina pertenece a la conversión de una nueva vida y el hacer lo contrario sería como separarse de la ley general del ayuno, que enseña a que nos abstengamos, no sólo de la concupiscencia de los alimentos, sino que también de la alegría de los placeres mundanos. Esta gracia que pertenece al alimento espiritual no puede concederse a los hombres entregados todavía a sus antiguos vicios. Dice también que ellos son semejantes a unos odres viejos; de donde prosigue: «Y ninguno echa vino nuevo en odres antiguos».

  


+Comunión Espiritual:


De Santa Margarita María Alacoque:  “Padre eterno, permitid  que os  ofrezca el Corazón de Jesucristo,  vuestro  Hijo muy  amado, como se ofrece Él mismo, a Vos  en sacrificio. Recibid  esta ofrenda por mí, así
como por todos los deseos, sentimientos, afectos  y actos de este Sagrado Corazón. Todos son  míos, pues Él se inmola por mí,  y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por  sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia  final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra  Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado.” Amén.