Evangelio Diario y Meditación

Evangelio Diario y Meditación

2 de agosto de 2016 Desactivado Por Regnumdei

Para no escandalizar a esta gente

Evangelio Diario y Meditación

+Santo Evangelio:

Evangelio según San Mateo 17,22-27. 

Mientras estaban reunidos en Galilea, Jesús les dijo: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres: 

lo matarán y al tercer día resucitará». Y ellos quedaron muy apenados. 

Al llegar a Cafarnaún, los cobradores del impuesto del Templo se acercaron a Pedro y le preguntaron: «¿El Maestro de ustedes no paga el impuesto?». 

«Sí, lo paga», respondió. Cuando Pedro llegó a la casa, Jesús se adelantó a preguntarle: «¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes perciben los impuestos y las tasas los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?». 

Y como Pedro respondió: «De los extraños», Jesús le dijo: «Eso quiere decir que los hijos están exentos. 

Sin embargo, para no escandalizar a esta gente, ve al lago, echa el anzuelo, toma el primer pez que salga y ábrele la boca. Encontrarás en ella una moneda de plata: tómala, y paga por mí y por ti». 

+Meditación:

San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 58,1

Cuando mandó el Señor dar muerte a todos los primogénitos de los egipcios, recibió el Señor el tributo de la tribu de Leví, en conmemoración de este hecho. Después, como en la Judea era inferior el número de los de la tribu que el número de los primogénitos, se mandó completar los que faltaban para llenar ese número con un siclo; de aquí trae origen la costumbre de pagar un impuesto por los primogénitos y como Cristo era primogénito, por eso le exigían el tributo y se acercan a Pedro para pedirlo porque les parecía que era el principal y yo soy de la opinión que no exigían en todas las ciudades estos tributos, y si exigieron en Cafarnaúm el tributo a Cristo, es porque creían que esa era su patria.

Y no lo exigieron con mucha vehemencia, sino con gran dulzura, ni tampoco en forma de acusación, sino que dijeron al discípulo preguntándole: «¿Vuestro Maestro no paga los didracmas?”  

¿Qué contesta Pedro? Dice que sí y se lo dice a aquellos, a quienes paga y no a Cristo, sin duda porque le causaba vergüenza el hablar de esas cosas a Cristo.

Mas si El no era hijo, en vano nos propuso este ejemplo. Pero dirá alguno: es hijo, pero no lo es propiamente, por lo tanto es extraño. De este modo, el ejemplo no tiene valor. Yo diría que Cristo no habla aquí de los hijos en general, sino de los hijos naturales y propios. De ahí la contraposición que estableció con los extraños, nombre con que designa a los no nacidos de los reyes. Ved también cómo certifica aquí Cristo lo que el Padre reveló a Pedro y que fue la causa de que exclamara: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo» ( Mt 16,16). Mirad cómo ni rechaza el tributo ni manda darlo sin más. Ante todo hace constar que El está exento; pero luego lo da. Lo uno para que no se escandalicen los discípulos, lo otro para que no se escandalicen los cobradores.

+Comunión Espiritual:

De Santa Margarita María Alacoque:  “Padre eterno, permitid  que os  ofrezca el Corazón de Jesucristo,  vuestro  Hijo muy  amado, como se ofrece Él mismo, a Vos  en sacrificio. Recibid  esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos  y actos de este Sagrado Corazón. Todos son  míos, pues Él se inmola por mí,  y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por  sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia  final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra  Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado.” Amén.

“Immaculatam Deiparam Semper Virginem Mariam, expleto terrestris vitae cursu, fuisse corpore et anima ad caelestem gloriam assumiram»


Preparándonos para la Asunción de María Santísima:

Oh, María sin pecado concebida!

la más Preciosa Niña,

Reina de las Maravillas.

Regálame en este día,

hacerme pequeñito,

y siempre ser tu verdadero hijo,

para llegar algún día al Dios de la Vida.

Amén.


Padrenuestro, Ave María y Gloria.


Es una exigencia de la Inmaculada Concepción:

“Este privilegio -el de la Asunción de María- resplandeció con nuevo fulgor desde que Pío IX, definió solemnemente el Dogma de la Inmaculada Concepción. Estos dos privilegios están -en efecto- estrechamente unidos entre sí. Cristo, con su muerte, venció la muerte y el pecado; y sobre el uno y sobre la otra reporta también la victoria, en virtud de Cristo, todo aquél que ha sido regenerado sobrenaturalmente por el bautismo. Pero, por ley general, Dios no quiere conceder a los justos el pleno efecto de esta victoria sobre la muerte, sino cuando haya llegado el fin de los tiempos. Por eso también los cuerpos de los justos se disuelven después de la muerte, y sólo en el último día volverá a unirse cada uno con su propia alma gloriosa.

“Pero de esta ley general quiso Dios que fuera exenta la
bienaventurada Virgen María
. Ella, por privilegio del todo singular, venció al pecado con su Concepción Inmaculada; por eso no estuvo sujeta a la ley de permanecer en la corrupción del sepulcro, ni tuvo que esperar la redención de su cuerpo hasta el fin del mundo.”