Evangelio Diario y Meditación

Evangelio Diario y Meditación

13 de junio de 2017 Desactivado Por Regnumdei

No se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón

Evangelio Diario y Meditación

+Santo Evangelio 

Evangelio según San Mateo 5,13-16. 

Jesús dijo a sus discípulos: 

Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres. 

Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña. 

Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. 

Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo. 

+Meditación:

San Juan Crisóstomo

     «Vosotros sois la sal de la tierra» dice el Salvador; con ello nos muestra cuán necesarios son los preceptos que acaba de enunciar. «Mi palabra, les dice, no es sólo para vosotros y vuestras propias vidas, sino que se os confía para el mundo entero. No os envío a dos ciudades, a diez o a veinte, ni a un pueblo sólo, como antiguamente a los profetas. Os envío a la tierra, al mar, a toda la creación (Mt 16,15), por todas partes donde abunda el mal. 

      En efecto, al decirles: «Vosotros sois la sal de la tierra», les ha indicado que es toda la tierra que está faltada de sal, corrompida por el pecado; y que por su ministerio la gracia del Espíritu Santo regenerará y conservará al mundo. Por eso les enseña las virtudes de las bienaventuranzas, las que son más necesarias, las más eficaces para los que tiene la multitud a su cargo. El que es suave, modesto, misericordioso, justo, no se queda para sí mismo las buenas acciones que lleva a cabo; se preocupa que las bellas fuentes fluyan también para el bien de los otros. El que tiene puro el corazón, el que es artífice de paz, el que sufre persecución por la verdad, éste es el que consagra su vida al bien de todos.

                                                                  

                                 

+Comunión Espiritual:

De Santa Margarita María Alacoque:  “Padre eterno, permitid  que os  ofrezca el Corazón de Jesucristo,  vuestro  Hijo muy  amado, como se ofrece Él mismo, a Vos  en sacrificio. Recibid  esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos  y actos de este Sagrado Corazón. Todos son  míos, pues Él se inmola por mí,  y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por  sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia  final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra  Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado.” Amén.



+Mes del Sagrado Corazón

Oración Inicial                                                                   

   Rendido a tus pies, ¡Oh Jesús mío!, considerando las inefables muestras de amor que me has dado y las sublimes lecciones que me enseña, de continuo, tu adorable Corazón, te pido humildemente, la gracia de conocerte, amarte y servirte como fiel discípulo tuyo. Para hacerme digno de las mercedes y bendiciones que generoso concedes a los que de veras te conocen ama y sirven. Mira que soy muy pobre dulcísimo Jesús y necesito de vos como el mendigo de a limosna que el rico le ha de dar, mira que soy muy rudo oh! Soberano maestro, y necesito de tus divinas enseñanzas para luz y guía de mi ignorancia. Mira que soy muy débil, oh! Poderoso amparo de los débiles y necesito apoyarme en vos para no desfallecer. Sé todo para mí, Sagrado corazón: Socorro de mis miserias, lumbre de mis ojos, báculo de mis pasos, remedio de mis males, auxilio en toda necesidad. Tú me alentaste y convidaste cuando con tan tiernos acentos dijiste, repetidas veces en tu Evangelio: “Venid a Mí, aprended de Mí, pedid, llamad…” a las puertas de tu corazón vengo hoy, y llamo, pido y espero. Del mío te hago formal y decidida entrega: tómalo vos, y dame en cambio lo que sabes me ha de hacer digno en le tierra y dichoso en la eternidad. Amén.  


Oración Final:

¡Oh Jesús! Yo consagro mi corazón , colocadle en el Vuestro, pues sólo en Él quiero vivir y sólo a Él quiero amar; en vuestro Corazón quiero vivir desconocido del mundo y conocido de Vos solo, en este Corazón beberé los ardores del amor que consumirán el mío; en Él encontraré la fuerza., la luz, el calor y el verdadero consuelo. Cuando el mío esté desfallecido, Él me reanimará, cuando inquieto y turbado, Él me tranquilizará.

¡Oh Corazón de Jesús!, haced que mi corazón sea el altar de vuestro amor; que mi lengua publique vuestra bondad, que mis ojos estén siempre clavados en vuestra llaga; que mi espíritu medite vuestras adorables perfecciones; que mi memoria conserve siempre el precioso recuerdo de vuestras misericordias; que todo en mí exprese mi amor a vuestro Corazón ¡oh Jesús!, y que mí corazón esté siempre pronto a sacrificarlo todo por Vos.

¡Oh Corazón de María!, el más amable después del de Jesús, el más compasivo, el más misericordioso de todos los corazones, presentad a vuestro Hijo nuestra consagración, nuestro amor, nuestras resoluciones. Él se enternecerá a la vista de tantas miserias y nos librará de ellas; y después de haber sido nuestro refugio y nuestra protectora sobre la tierra, ¡oh Madre de Jesús! seréis nuestra Reina en el cielo. Amén.

V: ¡Sagrado Corazón de Jesús!

R: ¡En Vos confío!

V: ¡Oh dulce Corazón de María!

R: ¡Sed la salvación mía!

V: ¡Glorioso Patriarca San José!

R: ¡Rogad por nosotros!