Es injusto que el niño pague por el violador

18 de marzo de 2012 Desactivado Por Regnumdei
Rosario, Argentina.-En la primera reunión del año del Consejo Presbiteral arquidiocesano, el arzobispo de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan, invitó a unirse a la celebración del Día del Niño por Nacer”, por realizarse juntamente con las asociaciones pro vida, el Secretariado de la Familia y otras asociaciones de la arquidiócesis el próximo 25 de marzo.
     El prelado invitó especialmente a la misa que presidirá ese día a las 20 en la iglesia Niño Dios, y exhortó a que en todas las parroquias y capillas se conmemore esta fecha.
      Ante la reciente difusión del fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sobre un caso de aborto por violación, monseñor Mollaghan expresó “un profundo dolor porque lamentablemente ha sido visto como un triunfo, aunque no se sabe de quién; porque en realidad no lo es para la madre que pierde un hijo; ni tampoco lo es para el hijo, o sea el niño por nacer, con quien se comete la más grave de las injusticias, es decir quitarle la vida. En este caso, el aborto hace dos víctimas, el niño por nacer, pero, también la madre”.
     “Las necesidades sociales y la justicia que puede reclamar el horrendo caso de una violación, no se ve cómo puedan justificar otra injusticia, donde se prescinde de una vida humana, que la misma ciencia reconoce ya iniciada en el seno materno”, interpeló.
     El arzobispo rosarino aclaró que “no es exclusivamente por argumentos religiosos, aunque éstos nos ayuden a comprender con más claridad que la vida es un don de Dios; sino por la misma naturaleza de un ser humano vivo y por los argumentos que nos ofrece la ciencia, que se corrobora la vida humana naciente en el seno materno. Por ello se ve con profunda preocupación que en los casos planteados baste una declaración jurada en cualquier momento del embarazo, para que un niño por nacer sea drásticamente el condenado”.
  “El violador es el culpable, y no el niño por nacer. Y nos haría mucho bien a toda la sociedad verificar la decisión de sancionar al único agresor de una violación, pero nunca al inocente que va a nacer, que en el aborto sobrelleva las consecuencias del delito, sin culpa alguna. Por otro lado la sociedad debe contar con los medios que le aseguren mediante la educación, la vida de familia y la prevención poder ser resguardada de toda violencia sexual”, reclamó.
     Por último, monseñor Mollaghan sostuvo que “es la madre la que debe ser ayudada, protegida y contenida; orientándola psicológicamente y espiritualmente para sobrellevar la grave injusticia que sufrió; y a la vez ser alentada para aceptar ser la madre de una vida que lleva en su seno; que podrá criar o dar en adopción. Este camino será siempre más humano y esperanzador que sacrificar la vida del niño por nacer, asegurando su dignidad y sus derechos”.