“El relativismo genera la violencia y no la fe»

“El relativismo genera la violencia y no la fe»

11 de diciembre de 2012 Desactivado Por Regnumdei

Cuando se niega la posibilidad para todos de referirse a una verdad objetiva, el diálogo se vuelve imposible y la violencia, declarada o escondida, se convierte en la regla de las relaciones humanas.

Benedicto XVI afirma que “el relativismo genera la violencia y no la fe en Dios”

 

Con alegría Benedicto XVI recibió  en la Sala de los Papas, a los 32 miembros de la Comisión Teológica Internacional, al término de los trabajos de su Sesión Plenaria anual. Ante todo el Santo padre saludó de corazón a su nuevo Presidente, Mons. Gerhard Ludwig Müller, a quien agradeció las palabras que le había dirigido previamente en nombre de los presentes, así como al nuevo Secretario general, el Padre Serge-Thomas Bonino.

Al recordar que su Sesión Plenaria se ha desarrollado en el contexto del Año de la fe, el Papa manifestó su satisfacción por el hecho de que esta Comisión Teológica haya querido adherirse a este evento eclesial a través de una peregrinación a la Basílica Papal de Santa María la Mayor, para encomendar a la Virgen María, “praesidium fidei”, sus trabajos y para rezar por todos los que, “in medio Ecclesiae”, se dedican a hacer fructificar la inteligencia de la fe en beneficio y para la alegría espiritual de todos los creyentes.

Y tras destacar su aprecio por el Mensaje que han redactado con ocasión de este Año de la fe, en que pone de manifiesto el modo específico con que los teólogos, sirviendo fielmente a la verdad de la fe, pueden participar en el impulso evangelizador de la Iglesia.

El Pontífice afirmó asimismo que cuando se niega la posibilidad para todos de referirse a una verdad objetiva, el diálogo se vuelve imposible y la violencia, declarada o escondida, se convierte en la regla de las relaciones humanas. A la vez que destacó que sin la apertura a lo trascendente, que permite encontrar respuestas a los interrogantes acerca del sentido de la vida y del modo de vivir de modo moral, el hombre se vuelve incapaz de obrar según la justicia y de empeñarse por la paz.

 

Benedicto XVI se despidió de los miembros de la Comisión Teológica Internacional invitándolos a rezar a la Virgen Inmaculada, modelo de quien escucha y medita la Palabra de Dios, para que les obtenga la gracia se servir siempre gozosamente a la inteligencia de la fe a favor de toda la Iglesia. Y al renovarles su profunda gratitud por su servicio eclesial, les aseguró su constante cercanía en la oración y les impartió su Bendición Apostólica.