El más digno de ser amado

El más digno de ser amado

9 de agosto de 2012 Desactivado Por Regnumdei

Vio San Juan en el Apocalipsis al Señor, ceñidos los pechos y sostenidos con una faja de oro. No de otra suerte aparece Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar, con sus pechos henchidos en la mística leche de las gracias que en su misericordia anhela dispensarnos; y desde allí, cual una madre que, al sentir lleno el pecho, vese precisada a buscar pequeñuelos a quien darlo para que le alivien de su plenitud, así Él nos busca y nos invita diciéndonos: Traídos seréis a mis pechos. “Ad úbera portabímini.”

 

El V. P. Baltasar Álvarez vio que Jesús estaba en el Sacramento con las manos llenas de gracias buscando a quien dispensarlas. Y Santa Catalina de Siena, siempre que se acercaba al Santísimo Sacramento, llegábase con aquella prisa y ansia amorosa con que un niño se acerca al pecho de su madre.

 

¡Oh, amadísimo Unigénito del Eterno Padre!, conozco que sois el objeto más digno de ser amado; deseo amaros cuanto merecéis, o, a lo menos, cuanto puede un alma desear amaros. Harto comprendo que yo, traidor y rebeldísimo a vuestro amor, ni merezco estar cerca de Vos, como estoy a hora en esta iglesia; pero sé también que Vos buscáis mi amor, y sé que me decís: Hijo mío, dame tu corazón. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón.

 

Conozco que me habéis conservado la vida y no me habéis precipitado en el infierno para que me convierta enteramente a vuestro amor. Y pues aún queréis ser amado de mí, aquí me tenéis, Dios mío, a Vos me rindo, a Vos me entrego, ¡oh Dios!, que sois todo bondad y amor. Os elijo por único Rey y Señor de mi pobre corazón; Vos lo queréis y yo quiero dároslo; frío es y asqueroso, pero si le aceptáis, Vos le mudaréis.

Mudadme, Señor mío, mudadme; no quiero vivir como en lo pasado, tan ingrato y tan poco amante para vuestra bondad infinita, que tanto me ama y merece infinito amor. Haced que, de hoy en adelante compense todo el amor que he dejado de teneros en la vida pasada.

San Alfonso María de Ligorio, Visitas al Santísimo Sacramento