Dios nos bendice con su plan de amor.

Dios nos bendice con su plan de amor.

5 de diciembre de 2012 Desactivado Por Regnumdei

Catequesis del Papa: Es el misterio escondido y manifestado en Cristo. Don gratuito de su amor que nos recibe y transforma. El acto de fe es la respuesta del hombre. Implica una conversión, un cambio de mentalidad en la que él da pleno sentido a nuestra existencia.

 

En la catequesis del primer miércoles de Adviento, durante la tradicional audiencia general, Benedicto XVI explicó el sentido de los primeros versículos de la Carta de San Pablo a los Efesios.

El designio de Dios para el hombre, dijo el Papa, es un designio «de benevolencia, de misericordia y de amor»: «Existimos desde toda la eternidad en la mente de Dios, en un gran proyecto que Dios guardó dentro de Sí mismo y que decidió actuar y revelar ´en la plenitud de los tiempos´… Por eso nuestra vocación no es simplemente existir en el mundo, estar insertos en una historia, ni siquiera ser sólo criaturas de Dios; es algo más grande: eshaber sido elegidos por Dios, aun antes de la creación del mundo, en el Hijo, Jesucristo».

«Dios nos contempla en Cristo como hijos adoptivos», continuó Benedicto XVI, y ese «designio de benevolencia» de la carta a los Efesios, que San Pablo llama también «designio de amor» y «misterio de la voluntad divina», permaneció escondido hasta que se manifestó «en la persona y la obra de Cristo».

«Pero ¿cuál es la finalidad última de este designio misterioso? ¿Cuál es el centro de la voluntad de Dios?». Aquí el Papa evocó a su antecesor Giuseppe Sarto (1903-1914): «Tal vez alguno de vosotros recuerde la fórmula empleada por el Papa San Pío X para la consagración del mundo al Sagrado Corazón de Jesús, Instaurare omnia in Cristo[Instaurarlo todo en Cristo]», eco del paulino «reconducir a Cristo todas las cosas» (Ef 1, 10).

«En el gran designio de la creación y de la historia», resumió Benedicto XVI al finalizar esta parte de su catequesis vinculada al Año de la Fe, «Cristo se levanta como centro del entero camino del mundo, eje de todo, que atrae hacia Sí toda la realidad, para superar la dispersión y el límite y conducirlo todo a la plenitud querida por Dios».

Tras recordar que «el Adviento nos invita una vez más, en medio de tantas dificultades, a renovar la certeza de que Dios está presente».

 

Queridos hermanos y hermanas:

La oración de bendición que el apóstol Pablo eleva a Dios Padre, en la carta a los Efesios, nos introduce a vivir el tiempo de Adviento, en el contexto del Año de la fe. El tema de este himno de alabanza es el plan de Dios para el hombre, definido con términos de gozo, asombro y agradecimiento, como un “designio benevolente” de misericordia y amor. El apóstol eleva esta bendición a Dios porque ve su obrar en la historia de salvación, cuyo culmen ha sido la encarnación, muerte y resurrección de Jesús, y comprende cómo el Padre nos ha elegido antes de la creación del mundo para ser sus hijos adoptivos, en su Hijo Unigénito, Jesucristo. El “plan de amor” es definido como “el misterio” de la voluntad divina, escondido y manifestado en Cristo. Dicha iniciativa precede toda respuesta humana, es un don gratuito de su amor que nos acoge y transforma. El acto de fe es la respuesta del hombre a la Revelación de Dios. Todo esto conduce a una “conversión”, a un cambio de mentalidad, porque Dios que se ha revelado en Cristo, nos atrae hacia Él, dando pleno sentido a nuestra existencia, siendo la roca sobre la que se encuentra estabilidad.

Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, México y otros países latinoamericanos. Invito a todos a ser signo de la acción de Dios en el mundo por medio de la fe, la esperanza, la caridad. El Señor quiere siempre hacer resplandecer nuevamente su luz en la noche. Muchas gracias.

(jesuita Guillermo Ortiz – RV).

 

Saludos del Papa en distintas lenguas

En sus habituales saludos al final de la Audiencia General, el Papa dando la bienvenida a los peregrinos francófonos, ha subrayado que “el Adviento nos invita a renovar nuestra convicción de que Dios está siempre presente en nuestras vidas. ¡No tengan miedo a dejarse guiar por su Palabra y los Sacramentos! Dios es la roca que nos da la estabilidad necesaria para mantenernos siempre en pie”.

Hablando en inglés el Pontífice ha abierto sus brazos a un grupo de peregrinos de la archidiócesis de Milwaukee. Y ha saludo también a los visitantes anglicanos del Colegio Ardingly. “Doy las gracias – ha afirmado el Papa- al coro por la alabanza que dan a Dios con sus voces. A todos los peregrinos de habla Inglesa, incluidos los grupos de Australia y los Estados Unidos de América, invoco las bendiciones divinas de alegría y de paz”.

Dando la bienvenida a los peregrinos polacos, Benedicto XVI ha señalado que “el Adviento nos invita a renovar la seguridad de que Dios está presente en medio de nosotros: Él ha entrado en el mundo, haciéndose hombre, para llevar a la plenitud su designio de amor. Y nosotros, a través de nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra caridad, podemos ser testigos de su presencia ante el mundo”.

Finalmente el Santo Padre, saludando en italiano, se ha dirigido a los participantes en la peregrinación promovida por las Hijas de Nuestra Señora de la ocasión de la beatificación de Sor María Crescencia Pérez, y les ha animado a seguir con fidelidad y alegría su servicio al Evangelio y a los hermanos, en el ejemplo de la nueva Beata.

Por último, como es habitual el Santo Padre ha saludo a los jóvenes, enfermos y recién casados​​. “El tiempo de Adviento, que acaba de empezar -ha dicho- toma la luz brillante del ejemplo de la Virgen Inmaculada. Que ella les impulse, queridos jóvenes, en su camino de adhesión a Cristo. Para ustedes, queridos enfermos, que María sea el apoyo para una esperanza renovada. Y sea guía para ustedes, queridos recién casados​​, para construir su familia”.

(ER – RV)