Dios ante el drama humano
En la Basílica de San Pedro Benedicto XVI presidió la Capilla Papal en sufragio de los Cardenales y Obispos difuntos en el curso del año. “Por todos y cada uno de ellos –dijo- elevamos nuestra oración, animados por la fe en la vida eterna y en el misterio de la comunión de los santos.
En esta especial homilía el Papa destacó el pasaje tomado del Libro del profeta Oseas que alude a la resurrección de Jesús, al misterio de su muerte y de su despertar a la vida inmortal.
Tras recordar que el mismo Jesús ha ido al encuentro de la pasión, y que con decisión ha tomado el camino de la cruz recordó que Pablo, en su carta a los Romanos alude a os “bautizados en su muerte” – que no deja de impresionarnos, Benedicto XVI recordó que la muerte de Cristo es fuente de vida, porque en ella Dios ha versado todo su amor, como en una inmensa cascada.