Descubren la cueva de San Juan Bautista
(Diario Navarra).-Un arqueólogo británico asegura haber hallado la cisterna donde el santo bautizaba a sus discípulos. El arqueólogo británico Simon Gibson dice haber descubierto en las sierras de la bíblica Judea, al sur de Jerusalén, la cueva donde se encuentra la cisterna que San Juan Bautista habría utilizado para bautizar a sus discípulos. En la cisterna, decorada con distintos símbolos, uno de ellos con forma de cruz, también halló el arqueólogo una piedra que habría servido para el lavado de los pies, con una hendidura para que encaje la horma de un zapato de la talla 45. «Esto indica un ritual distinto de la normativa judía», destacó Gibson, aludiendo al hecho de que el lavado de pies forma parte del ritual cristiano inexistente entre los hebreos. Según la tradición cristiana, San Juan -que habría bautizado a Jesucristo en esa cisterna, conforme a algunos historiadores, y no en el río Jordán, como dicen otros- nació en una gruta de Ain Karem, pueblo bíblico situado a 4 kilómetros de la cueva descubierta. «En apariencia, en este lugar estaría el eslabón que conecta el bautismo judío y el cristiano», dijo Simon Gibson, quien supervisó junto con la asistencia del arqueólogo israelí Rafi Lewis la excavación privada, que comenzó en 1999 en tierras del kibutz Tzuba. La cueva, de 26 metros de largo por cuatro metros de ancho, y con una altura media de cinco metros, fue cavada en la roca en la Edad del Hierro, entre los años 800 y 500 a.C., y se supone que fue una piscina de inmersión o mikve utilizada por religiosos judíos. Los arqueólogos hallaron 28 escalones que llevan a una cámara que contiene una piedra de forma oval. En esta aparece una huella en forma de pie y un nicho, por el podría fluir el aceite con el que se ungía el pie del creyente. Los arqueólogos hallaron 250.000 fragmentos de botijos que habrían sido empleados para el bautizo. Un profesor de religiones de la universidad estadounidense de Carolina del Norte, James Tabor, que apadrinó la excavación, dijo que «desafortunadamente», no encontraron ninguna inscripción en la pared decorada de la cisterna. Grabados bizantinos Uno de los descubrimientos más interesantes en el yacimiento fue el hecho de que el encalado de las paredes y de los escalones data de los siglos VIII y VII antes de la era cristiana, lo que ha podido comprobarse por medio de análisis hechos en el Instituto de Ciencias Weizman, de la ciudad de Rehovot, y en el Instituto Geológico. En las paredes hallaron grabados de los siglos IV o V de la era cristiana, los días de Bizancio, representando imágenes de Juan el Bautista, una cabeza decapitada (San Juan fue decapitado por orden de Herodes), su mano, y de una cruz. Según el arqueólogo inglés, la actividad en la cueva y la cisterna data de los días de los reyes de Judea y concluyó con la destrucción del Primer Templo de Jerusalén por Nabucodonosor, hace 25 siglos, y el exilio de los judíos en Babilonia, actualmente Irak. «Nunca se había encontrado algo como esto», explicó Simon Gibson a la cadena británica BBC. «Es la primera vez que hemos obtenido hallazgos de la época de los primeros bautismos. Es un descubrimiento que le ocurre a un arqueólogo una vez en la vida».