Citas de Homilías del Santo Padre para Pentecostés
" la libertad humana es siempre una libertad compartida, un conjunto de libertades. Sólo en una armonía ordenada de las libertades, que muestra a cada uno el propio ámbito, puede mantenerse una libertad común. "
"Un justo ordenamiento humano sólo puede mantenerse si proviene de Dios y si une a los hombres en la perspectiva de Dios…"
"El Espíritu Santo da el don de comprender. Supera la ruptura iniciada en Babel -la confusión de los corazones, que nos enfrenta unos a otros-, y abre las fronteras."
"La Iglesia debe llegar a ser siempre nuevamente lo que ya es: debe abrir las fronteras entre los pueblos y derribar las barreras entre las clases y las razas."
"En ella no puede haber ni olvidados ni despreciados. En la Iglesia hay sólo hermanos y hermanas de Jesucristo libres."
"Abajándonos con Cristo, nos elevamos hasta él y hasta Dios: Dios es amor y, por eso, el descenso, el abajamiento que nos pide el amor, es al mismo tiempo la verdadera subida. Precisamente así, al abajarnos, al salir de nosotros mismos, alcanzamos la altura de Jesucristo, la verdadera altura del ser humano. "
"(Gn 2, 7). El hombre es esta criatura misteriosa, que proviene totalmente de la tierra, pero en la que se insufló el soplo de Dios. Jesús sopla sobre los Apóstoles y les da de modo nuevo, más grande, el soplo de Dios. En los hombres, a pesar de todos sus límites, hay ahora algo absolutamente nuevo, el soplo de Dios. La vida de Dios habita en nosotros. El soplo de su amor, de su verdad y de su bondad."
"Alusión al bautismo y a la confirmación, a esta nueva pertenencia a Dios, que el Señor nos da. El texto del evangelio nos invita a vivir siempre en el espacio del soplo de Jesucristo, a recibir la vida de él, de modo que él inspire en nosotros la vida auténtica, la vida que ya ninguna muerte puede arrebatar."
"En el Horeb debe aprender que Dios no está ni en el huracán, ni en el temblor de tierra ni en el fuego; Elías debe aprender a percibir el susurro de Dios y, así, a reconocer anticipadamente a aquel que ha vencido el pecado no con la fuerza, sino con su Pasión; a aquel que, con su sufrimiento, nos ha dado el poder del perdón. Este es el modo como Dios vence. "
"Nada puede mejorar en el mundo, si no se supera el mal. Y el mal sólo puede superarse con el perdón. Ciertamente, debe ser un perdón eficaz. Pero este perdón sólo puede dárnoslo el Señor. Un perdón que no aleja el mal sólo con palabras, sino que realmente lo destruye. Esto sólo puede suceder con el sufrimiento, y sucedió realmente con el amor sufriente de Cristo, del que recibimos el poder del perdón." (2005)
"A veces se piensa que la eficacia misionera depende principalmente de una esmerada programación y de su sucesiva aplicación inteligente mediante un compromiso concreto. Ciertamente, el Señor pide nuestra colaboración, pero antes de cualquier respuesta nuestra se necesita su iniciativa: su Espíritu es el verdadero protagonista de la Iglesia."
"Las raíces de nuestro ser y de nuestro obrar están en el silencio sabio y providente de Dios."
" A diferencia de lo que sucedió con la torre de Babel (cf. Gn 11, 1-9), cuando los hombres, que querían construir con sus manos un camino hacia el cielo, habían acabado por destruir su misma capacidad de comprenderse recíprocamente, en Pentecostés el Espíritu, con el don de las lenguas, muestra que su presencia une y transforma la confusión en comunión."
"El orgullo y el egoísmo del hombre siempre crean divisiones, levantan muros de indiferencia, de odio y de violencia. El Espíritu Santo, por el contrario, capacita a los corazones para comprender las lenguas de todos, porque reconstruye el puente de la auténtica comunicación entre la tierra y el cielo. El Espíritu Santo es el Amor."
"Enviará al Consolador, al Espíritu del Padre, y será el Espíritu quien les dará a conocer que la obra de Cristo es obra de amor: amor de él que se ha entregado y amor del Padre que lo ha dado."
"El Espíritu Santo ilumina el corazón humano y, al revelar a Cristo crucificado y resucitado, indica el camino para llegar a ser más semejantes a él, o sea, ser "expresión e instrumento del amor que proviene de él" (Deus caritas est, 33). " (2006)
“Yo rogaré al Padre y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con Uds.” En realidad al oración de Jesús – aquella de la última Cena y aquella sobre la cruz -es una oración que continúa también en el Cielo, donde Cristo esta sentado a la derecha del Padre.
"las personas, muchas veces reducidas a individuos en competición o en conflicto entre ellos, alcanzadas del Espíritu de Cristo, se abren a la experiencia de la comunión, que puede involucrarlos a un punto tal de hacer de ellos un nuevo organismo; un nuevo sujeto: la Iglesia. Este es el efecto de la obra de Dios: La unidad. "
" La Iglesia universal precede a las iglesias particulares, y estas deben siempre conformarse a aquella, según un criterio de unidad y de universalidad."
" La Iglesia no permanece jamás prisionera de los confines políticos, raciales y culturales; no se puede confundir con los Estados ni tampoco con las Federaciones de Estados, porque su unidad es de género diverso y aspira a atravesar todas las fronteras humanas."
"un criterio práctico de discernimiento para la vida cristiana: cuando una persona, o una comunidad, se cierra en el propio modo de pensar y de obrar, es signo de que se ha alejado del Espíritu Santo."
" Esto no significa que la unidad creada del Espíritu Santo sea una especie de igualitarismo. "
"La unidad del Espíritu se manifiesta en la pluralidad de la comprensión. La Iglesia es en su naturaleza una y múltiple, destinada como es a vivir en todas las naciones, todos los pueblos, y en los mas diversos contextos sociales. Ella responde a su vocación de ser signo e instrumento de unidad de todo el género humano. (Cfr. Lumen Gentium, 1) sólo si permanece autónoma de cada Estado y de cada cultura particular."
El fuego de Dios, el fuego del Espíritu Santo, es aquel de la zarza que arde sin consumirse (Cfr. Éxodo 3,2) Es una llama que arde, pero no destruye; que, por el contario, ardiendo hace emerger la parte mejor y más verdadera del hombre, como en una fusión hace sobresalir su forma interior, su vocación a la verdad y al amor.
Tenemos miedo de ser ‘quemados’. Preferiríamos permanecer así como somos. Esto depende del hecho de que muchas veces nuestra vida es planeada según la lógica del tener, del poseer y no del donarse. Muchas personas creen en Dios y admiran la figura de Jesucristo, pero cuando se les pide perder alguna cosa de si mismos, entonces, se echan atrás, tienen miedo de las exigencias de la fe. (2010)