
Chris Smith: El aborto, arma de destrucción masiva…
El mayor destructor del amor y la paz es el aborto
Fuente: LifeNews
Si hay un nombre que es sinónimo de la lucha contra el aborto en el Congreso, ese es Chris Smith.
Durante décadas, el republicano de Nueva Jersey ha liderado los esfuerzos pro vida en el Congreso. Ha defendido con elocuencia el derecho a la vida de los niños no nacidos, no solo en Estados Unidos sino en otros países. Smith ha patrocinado múltiples proyectos de ley y enmiendas y ha liderado la lucha para detener la agenda mundial del aborto.
Por su defensa de los derechos humanos de los niños no nacidos, hoy Smith recibió el Premio Christifideles Laici en el 20º Desayuno Nacional de Oración Católica.
Este evento anual, establecido en 2004, reúne a católicos de todo el país para orar y debatir cuestiones pertinentes. El premio Christifideles Laici honra a personas que ejemplifican la fidelidad a la Iglesia y el servicio desinteresado en la viña del Señor.
Smith ha sido un firme defensor de las causas pro vida durante todo su mandato en el Congreso. Ha presentado y apoyado constantemente leyes destinadas a proteger a los no nacidos y defender la santidad de la vida humana. Su compromiso inquebrantable con estos principios le ha valido el reconocimiento dentro de la comunidad católica y fuera de ella.
En su despacho, Smith exhibe de forma destacada una réplica a tamaño real de la tilma de Nuestra Señora de Guadalupe, lo que refleja su profunda devoción a los principios pro vida de su fe católica. Esta imagen icónica sirve como recordatorio constante de su dedicación al movimiento pro vida y a la protección de los más vulnerables.

El Desayuno Nacional de Oración Católica sirve como plataforma para que los líderes católicos y los laicos se unan en la fe y aborden los desafíos contemporáneos que enfrentan la Iglesia y la sociedad. Al honrar a personas como el representante Smith, el evento destaca la importancia de integrar la fe en el servicio público y reconoce a quienes defienden con valentía los valores católicos en la esfera pública.
El reconocimiento del representante Smith llega en un momento en que los debates sobre cuestiones de vida siguen estando en el centro del discurso nacional. Sus esfuerzos legislativos no sólo se han centrado en cuestiones pro vida, sino también en la lucha contra la trata de personas y la defensa de la libertad religiosa internacional. Estas iniciativas subrayan su enfoque integral de la defensa de la dignidad humana.
El premio Christifideles Laici recibe su nombre de la exhortación apostólica de 1988 del Papa Juan Pablo II, que destaca el papel de los laicos en la misión de la Iglesia. Los galardonados con este premio son reconocidos por su participación activa en la evangelización y por encarnar los principios cristianos en su vida profesional y personal.
El ejemplo de Smith sirve de inspiración a los católicos que se esfuerzan por vivir su fe con autenticidad. Su dedicación durante décadas a cuestiones de la vida y al servicio público ejemplifica el profundo impacto que pueden tener las personas comprometidas en la promoción de la justicia y la integridad moral dentro de la sociedad.
El testimonio también denunció la realidad del aborto, que desde 1973 ha cobrado la vida de más de 66 millones de niños solamente en los Estados Unidos. Se hizo un llamado urgente a exponer las brutales prácticas utilizadas en estos procedimientos, así como los riesgos asociados con el llamado «aborto con medicamentos», cuya seguridad ha sido cuestionada.

Desde la revocación de Roe v. Wade, se han implementado leyes en la mitad de los estados de EE. UU. para proteger la vida de los niños no nacidos, lo que ha resultado en el rescate de más de 200,000 vidas en dos años. Se destacó también la necesidad de eliminar el financiamiento de Planned Parenthood, organización que ha causado la muerte de más de diez millones de niños en sus clínicas.
Con amor y compasión, se exhortó a continuar apoyando a las mujeres en situación de embarazo vulnerable mediante centros de atención, cuya labor es respaldada por un 83% de los estadounidenses, según una encuesta de Marist. Sin embargo, estos centros han sido blanco de ataques por parte de ciertas organizaciones e intereses políticos.
Santa Madre Teresa nos dejó una advertencia profética: «Cualquier país que acepta el aborto no está enseñando a su pueblo a amar, sino a usar cualquier tipo de violencia para obtener lo que desean. Por eso, el mayor destructor del amor y la paz es el aborto».
El compromiso por la vida sigue adelante con renovada fuerza, recordando que cada oración, cada esfuerzo y cada acción en favor de la dignidad humana es un paso más hacia la construcción de una cultura de la vida.