Evangelio Diario y Meditación
28 de octubre de 2015Toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.
Toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.
Se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su huerta
No saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.
Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo
Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le reclamará… Seguir leyendo
¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada!
Cuídense de toda avaricia, porque aún en medio de la abundancia, la vida de un hombre no está asegurada por… Seguir leyendo
Sólo te falta una cosa: ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un tesoro en… Seguir leyendo
No hay nada oculto que no deba ser revelado, ni nada secreto que no deba ser conocido