Claves del triunfo de «Salvar las 2 Vidas»
Fueron miles de argentinos llegados a la Basílica de Luján para participar de la Misa por la Vida y para Consagrar su pueblo a Nuestra Señora de Luján.
Un total de 38 senadores votaron en contra de la legalización del aborto en Argentina, mientras que 31 lo hicieron a favor y hubo 2 abstenciones. A diferencia de Diputados, donde cambios en el sentido del voto de última hora dieron la victoria por muy estrecho margen a la postura proabortista, los senadores se han mantenido fieles a sus principios.
La ley, que habría legalizado el aborto durante las primeras 14 semanas de gestación, queda desechada y no podrá presentarse otra de similar contenido hasta al menos dentro de un año, aunque todo hace pensar que no se volverá a presentar en todo lo que queda de legislatura, porque recibiría el mismo rechazo por parte de los senadores.
Macri y su gobierno insistirán con el aborto, en la reforma del Código Penal que se espera antes de fin de año.
Pero, ¿como abordó el mundo católico el tema del aborto?: más allá de su presencia por medio de agrupaciones laicales, movimientos Pero Vida, así como una llamada para ejercer un diálogo respetuoso e informado, sin abandonar su deber apostólico, en medio de escándalos de abuso, los que también intentaron utilizar algunos senadores pero aborto para desacreditar la convocatoria de los fieles católicos, para apelar a los medios sobrenaturales y humanos, en la defensa de la vida humana, desde el vientre materno, incluyendo la misma maternidad.
Fueron miles de argentinos llegados de todo el país acudieron a la Basílica de Luján para participar de una Misa por la Vida y para consagrar su pueblo a su patrona, Nuestra Señora de Luján. Se trató de una celebración emotiva y profunda, ante muchos que se sintieron “perplejos y doloridos” ante la posible legalización del aborto, tal como expresó en su homilía monseñor Oscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina.
La Misa que fue concelebrada por más de 50 obispos que representaron a toda la geografía argentina. En muchas diócesis, en distantes ciudades, se replicó la reunión de fieles con masiva concurrencia y la misma intención, como Salta, Jujuy, Catamarca, Paraná, Añatuya, Cruz del Eje, Mendoza y Córdoba, entre muchísimas otras.
“Sería la primera vez que se dictaría en la Argentina y en tiempos de democracia, una ley que legitime la eliminación de un ser humano por otro ser humano. La Virgen conoce este desamparo y esta tristeza, los conoce por experiencia propia al pie de la cruz”, dijo monseñor Ojea en su Homilía. “Sabemos que no siempre es fácil recibir la vida como viene, a veces se presenta en contextos conflictivos y angustiosos. Sin embargo, siempre es posible cuidarla y defenderla. Sentimos la necesidad de agradecer en esta Eucaristía en la que celebramos la Vida, a tantas madres que han sabido superar circunstancias muy complejas optando por cuidar y defender al niño que llevan consigo”, aseguró.
“Hemos recibido nuestra vida como don, por eso debemos cuidarla, tampoco somos dueños de otra vida humana. Es otro cuerpo, otra vida sobre la que no tenemos poder. Chicos y chicas, el aborto no es un derecho sino un drama”, clamó en un fragmento de su mensaje especialmente dirigido a los jóvenes.
“Los argentinos no podemos perder esa hospitalidad esencial de todo ser humano: La capacidad de recibir con los brazos abiertos a todos aquellos que han sido invitados al banquete de la vida, preparando para ellos una casa digna de ser habitada, una Patria más justa, más fraterna y más humana”, pidió en una homilía que en numerosas ocasiones fue interrumpida y aplaudida. Se trataron en muchos casos de palabras tristes ante escenarios inesperados, pero siempre con una invitación a la esperanza, en especial a los pies de María.
Desde las vísperas del día 8, y durante toda la jornada de votación, se desarrollaban Misas y Adoraciones Eucarísticas, en las Catedrales, Parroquias y conventos, así como el rezo del Rosario en cada familia. El mundo evangélico hizo lo suyo en los templos y avenidas, con Jornadas multitudinarias de Oración y Alabanza.
La victoria del no al aborto es sin duda fruto de esta gran movilización espiritual y social a favor de la vida, que han llevado a cabo los creyentes argentinos, tanto católicos como evangélicos. La campaña «Salvemos las dos vidas» ha logrado despertar la conciencia dormida de muchos argentinos que, sin ser pro abortistas, no comprendían bien la naturaleza de lo que se decidía en las cámaras legislativas.