El Papa Francisco visita a Benedicto XVI
«Usted nos ha dado ejemplo de humildad y ternura». El papa Francisco visitó este mediodía a su antecesor, al cual le agradeció su pontificado, que calificó como lleno de «simpleza» y «ternura».
Las palabras del Romano Pontífice al emérito papa pudieron ser corroboradas a través de un vídeo que levanta los momentos más importantes del encuentro que mantuvieron momentos antes de un almuerzo.
«Permítame decirle una cosa: he pensado en usted, que ha vivido tanto la humildad durante su pontificado. Nos ha dado tantos ejemplos de humildad y de ternura, verdaderamente. He pensado en usted». Esas fueron las palabras que el pontífice le dedicó a su antecesor en el encuentro que mantuvieron en la residencia veraniega de Castelgandolfo, lo cual constituyó un hecho catalogado de histórico y sin antecedentes.
El Santo Padre fue recibido por Benedicto XVI en el helipuerto de la villa pontificia, ubicado al sudoeste de Roma, junto al obispo de Albano, monseñor Marcello Semeraro, y por el director del predio, Savero Petrillo.
Según informó el padre Lombardi, el papa emérito Benedicto XVI quiso acercarse en coche hasta el mismo lugar donde aterrizó el helicóptero que trasladaba al papa Francisco, y en cuanto descendió el Santo Padre, los dos se dieron un fuerte abrazo.
En el camino a los apartamentos pontificios, Francisco ocupó el asiento trasero derecho, ubicación tradicional del Papa, mientras que Benedicto se sentó a su costado, en el lado izquierdo. Al llegar al edificio, ambos papas acudieron a la capilla privada, donde Benedicto XVI le ofreció el puesto de honor al papa Francisco, pero éste le dijo «Somos hermanos», por lo que compartieron el mismo reclinatorio.
En las imágenes difundidas se ve al santo padre Francisco obsequiando una imagen de la Virgen María bajo una advocación de Nuestra Señora de la Humildad, que, según confesó Francisco, no conocía tiempo atrás.
En el helipuerto de Castelgandolfo, el Santo Padre fue recibido por Benedicto XVI, el obispo de Albano, monseñor Marcello Semeraro, y por el director de las Villas Pontificias, Savero Petrillo.
Según informó el padre Lombardi, el papa emérito Benedicto XVI quizo acercarse en coche hasta el mismo lugar donde aterrizó el helicóptero que trasladaba al papa Francisco, y en cuando descendió el Santo Padre, los dos se dieron un fuerte abrazo.
El papa Francisco iba acompañado en el helicóptero por el Sustituto de Estado, monseñor Becciu; por monseñor Sapienza, y por monseñor Alfred Xuereb.
Al llegar a los apartamentos pontificios de Castelgandolfo, según explicó el portavoz, lo primero que hicieron fue ir a la capilla. Allí, el papa emérito Benedicto XVI ofreció el puesto de honor al papa Francisco, pero éste le dijo: «Somos hermanos», y el Santo Padre quiso que los dos estuvieran arrodillados en el mismo reclinatorio, donde han estado unos minutos rezando.
La reunión, que fue en la Biblioteca donde el Papa recibe habitualmente a los huéspedes de honor que se invita a esta residencia estival, duró cerca de 45 minutos, destacó el padre Lombardi.
Según indicó el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el papa Francisco le regaló a Benedicto XVI un icono de la Virgen.
Respecto a cómo iban vestidos, Benedicto XVI llevaba sotana blanca, sin fajín y sin esclavina, vestimentas que sí vestía el papa Francisco, ya que son las usadas por el Romano Pontífice.
En el almuerzo estuvieron presentes también los dos secretarios, monseñor Georg y monseñor Xuereb, y -según adelantó el vocero-, cuando la comida termine, Benedicto XVI tiene intención de volver a acompañar al Santo Padre hasta el helicóptero que lo vuelva a traer a Roma.
Esta es la primera vez que se ven desde que el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, de 76 años, fue elegido Papa el 13 de marzo, aunque ya hablaron por teléfono en varias ocasiones en estos días.
Francisco le llamó por teléfono justo después de ser elegido por los cardenales en el cónclave y también el pasado día 19, festividad de San José, para saludar a Benedicto XVI con motivo de su santo.
Benedicto XVI, de casi 86 años -los cumplirá el próximo 16 de abril-, se encuentra viviendo en la palacio apostólico de Castelgandolfo en espera de que se terminen las obras de reestructuración del monasterio en el interior de los Jardines vaticanos donde vivirá tras su renuncia.