Las escuelas católicas
El Papa habla a los obispos de la India sobre la verdadera formación y el carácter de las escuelas católicas
Las escuelas católicas no son solo lugar de formación intelectual o moral, sino también un sitio para «glorificar a Dios y llenar a su pueblo con la verdad que nos hace libres». El Papa Benedicto XVI, a los obispos de la India con ocasión de su visita «ad Limina Apostolorum», recordó la misión y el carácter de las escuelas católicas en el país.
El jueves en la mañana, en la residencia de Castel Gandolfo, el Papa recibió el quinto grupo de la Conferencia de Obispos Católicos de la India de las provincias de Bombay, Nagpur, Goa y Damão, Gandhingar y Bangalore. Es el primer grupo recibido después de las vacaciones de verano en el Vaticano.
En su discurso pronunciado en inglés, el Santo Padre apreció todos los medios, las parroquias, escuelas y orfanatos, hospitales, clínicas y dispensarios, que son «una invaluable contribución al bienestar no sólo de los católicos, sino de la sociedad en general» de la India. Las escuelas son «un testimonio excepcional de su compromiso con la educación y la formación de nuestros queridos jóvenes», las cuales «construyen una sociedad más justa y próspera», añadió el Papa.
En su discurso pronunciado en inglés, el Santo Padre apreció todos los medios, las parroquias, escuelas y orfanatos, hospitales, clínicas y dispensarios, que son «una invaluable contribución al bienestar no sólo de los católicos, sino de la sociedad en general» de la India. Las escuelas son «un testimonio excepcional de su compromiso con la educación y la formación de nuestros queridos jóvenes», las cuales «construyen una sociedad más justa y próspera», añadió el Papa.
En la formación espiritual, moral e intelectual, Benedicto XVI pidió a los obispos «prestar una cercana atención a la calidad de la enseñanza en las escuelas presentes en vuestras diócesis», que debe estar inspirada en las verdades y valores católicos.
«Las escuelas católicas no sólo son medios por los que la Iglesia busca instruir y edificar a su pueblo en las verdades intelectuales y morales», sino que «todas las actividades de la Iglesia tienen el propósito de glorificar a Dios y colmar a su pueblo con la verdad que nos hace libres».
Por otra parte, continuó el Papa, «los que enseñan en nombre de la Iglesia tienen una obligación especial de fidelidad de usar de las riquezas de la tradición, de acuerdo con el Magisterio y de una manera que responda a las necesidades de hoy».