Cuando Dios hace morada en el corazón, se hace más fácil servir a los hermanos
Cristo está siempre en medio de nosotros
Por San Juan Pablo II
Mientras Marta está ocupada en las tareas domésticas, María está sentada a los pies del Maestro y escucha su palabra. “Cristo está siempre en medio de nosotros —afirmó— y desea hablar a nuestro corazón. Le podemos escuchar meditando con fe la Sagrada Escritura, recogiéndonos en la oración privada y comunitaria, deteniéndonos en silencio ante el Tabernáculo, desde el cual Él nos habla de su amor”.
Asimismo, toda la acción del cristiano debe partir de esta acogida del Señor Jesús en el corazón. “Cuando, por la acción del Espíritu Santo, Dios hace morada en el corazón del creyente, se hace más fácil servir a los hermanos. Así sucedió de forma singular y perfecta en María Santísima”.