Cuaresma, tiempo de gracia, conversión y testimonio
El Santo Padre expresó que los cristianos, durante la Cuaresma, deben dar testimonio de «la fe vivida a un mundo en dificultad que necesita volver a Dios, que necesita de conversión», porque «todos pueden abrirse a la acción de Dios, a su amor; con nuestro testimonio evangélico, nosotros los cristianos, tenemos que ser un mensaje vivo, es más, en muchos casos somos el único Evangelio que los hombres de hoy leen todavía».Otro aspecto importante son las tres más fundamentales prácticas cuaresmales: la limosna, la oración y el ayuno, que son «la secuencia de la pedagogía divina». «Jesús no pide un respeto formal a una ley diferente al hombre -observa el Papa- impuesta por un legislador severo como una carga pesada, sino que invita a redescubrir estas tres obras de piedad viviéndolas de manera más profunda, no por amor propio, sino por amor a Dios, como medios en el camino de conversión a Él».
(Marzo del 2011)