Ataque suicida a Iglesia en Nigeria
Según se informó, el terrorista hizo detonar la bomba en la puerta del templo, después de que las fuerzas de seguridad le dieran el alto, declaró Pam Ayuba, portavoz del estado nigeriano de Plateau.
“Quienes cometen estos ataques no actúan de forma racional, y por lo tanto es difícil encontrar una lógica. Tratar de transformar Nigeria en un Estado islámico a través de la violencia es una auténtica locura. Me pregunto cómo se puede discutir con personas que razonan de esta manera”, manifestó a la agencia Fides, monseñor John Olorunfemi Onaiyekan, arzobispo de Abuja, capital de Nigeria.
La explosión dañó el techo de la iglesia, destrozó sus ventanas y una parte del muro que rodeaba el complejo parroquial. Además de los muertos, hay que lamentar numerosos heridos entre ellos varios soldados que rodeaban la iglesia.
En general, se sospecha que la secta Boko Haram está detrás de este atentado, que según algunos de sus miembros, pretende islamizar todo el país. Monseñor Onaiyekan, sin embargo, quiere dar una nota de esperanza: “El gobierno se está moviendo: se produjeron numerosas investigaciones y detenciones de personas involucradas en las actividades de Boko Haram. Se está trazando poco a poco el marco de la situación. Esperemos que en un período de tiempo no demasiado largo, se podrá llegar a los máximos líderes de esta secta”.
Hace un mes, también en la ciudad de Jos, murieron tres personas, una de ellas un niño, en un ataque similar a una iglesia.
Nigeria parece haberse convertido en el blanco de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), que, según el Nigerian Tribune, parece haber trasladado sus actividades de secuestro de rehenes occidentales al norte de Nigeria, debido a la disminución de viajes de extranjeros en los países del Magreb.
“Tengo la impresión de que los secuestradores de los dos rehenes, el inglés y el italiano, en Sokoto (asesinados el jueves pasado en un intento de liberarlos) están relacionados con lo que ocurre en el Sahel, porque los miembros de Boko Haram afirmaron que no están involucrados en el secuestro”, dice monseñor Onaiyekan.
“Hay que tener en cuenta –continúa el prelado- que el norte de Nigeria, Chad y Malí están unidos por el mismo desierto. Existe una historia de miles de años de contacto entre el norte de Nigeria y estos países.
El desierto es atravesado por caravanas de camellos, ahora también de camiones, que conectan el norte de Nigeria a Marruecos, Argelia y Libia. De hecho no hay fronteras. Por lo tanto, no me extrañaría que la AQMI se haga sentir incluso en Nigeria.
Con el desorden en el Magreb y la incierta situación en Libia, donde los arsenales del antiguo régimen fueron saqueados, sabíamos que tarde o temprano pagaríamos las consecuencias de todo esto, pero no pensábamos que sería de una forma tan trágica”, finalizó monseñor Onaiyekan.